"El hombre de la estrella en la frente"
Mientras intentaba impedir conversaciones de paz entre oficiales españoles y algunos jefes cubanos en la zona entre Manzanillo y Bayamo, no autorizados por el Gobierno de la República de Cuba en Armas, es sorprendido con muy pocos hombres, por una columna enemiga en el lugar conocido por San Antonio de Baja. En tan desigual encuentro y, ante la posibilidad de caer prisionero, prefirió el suicidio y, luego de gastar todos sus cartuchos, se aplicó el llamado tiro de la vianda. Se hizo un disparo en el paladar con su revólver, sin poder lograr su objetivo, pues sobrevivió y, gravemente herido, fue apresado por las tropas españolas de Francisco Ariza Gómez.