A Lidis Lamorú me unen los lazos de los recuerdos infantiles. En El Patio de Gabriela “debuté” como cantante y, aunque ya “no bailo, ni canto, ni como frutas” asisto a sus presentaciones no solo como periodista, sino como niña grande.
Apareció pocos días después de que los de la rehabilitación colocaran allí las nuevas tuberías. Desde entonces son incalculables los litros o mililitros malgastados a la presa Güirabo. Tampoco se precisó si Acueducto conoce el problema, aunque sería demasiada dejadez ante el insoslayable riachuelo artificial que humedece varias cuadras del
reparto Hilda Torres.
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