Jóvenes de Holguín cuentan la Historia

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historia holguin 2022René Hidalgo, Bárbara Márquez y Celia Hernández son ganadores de la distinción Fernando Rodríguez Portella que entrega UNHIC a jóvenes con destacada trayectoria. Foto: Elder Leyva

Bárbara Márquez Montoya, René Hidalgo Ramírez y Celia Hernández Arias son tres jóvenes que desde las aulas de la Universidad de Holguín tienen la responsabilidad de contar la Historia. Ellos, investigadores por vocación y docentes por convicción son conscientes de que en la motivación radica hoy la estrategia pedagógica más efectiva, si de comprender la Historia se trata.

Ganadores de la distinción Fernando Rodríguez Portella que entrega cada dos años la  Unión Nacional de Historiadores de Cuba a jóvenes con destacada trayectoria recibirán oficialmente el diploma acreditativo el 13 de agosto próximo, fecha que en la provincia de Holguín cierra la jornada por el Día del Historiador Cubano que cada primero de julio se celebra en la Isla.

Con la disciplina y empeño que distingue a una atleta de alto rendimiento llegó Bárbara a la carrera de Historia, y no se trata de metáforas, pues desde los ocho años la práctica de tenis de campo marcó su rutina, y una vez decidió poner fin a su carrera deportiva sorprendió a todos al elegir la especialidad de Historia.

“Mi familia y mis amigos no querían que optara por Historia, ellos preferían que estudiara Licenciatura en Turismo o Medicina e intentaban apartarme de mi elección con el pretexto de que la carrera se estudiaba en la Universidad de Oriente”.

Sin embargo, su vocación se confirmaba en el aula con cada turno de clases que recibía de su “profe” Lisset Batista, cuyos métodos de enseñanza se alejaban de cualquier protocolo pedagógico que hasta entonces conociera, pero no fue hasta el duodécimo grado que su decisión se haría inquebrantable, una vez quedó abierta la convocatoria para estudiar esta carrera en la Universidad de Holguín a partir de septiembre de 2005.

historia holguín 2022 3Para René Hidalgo, es esencial hacer vivir la Historia, humanizarla, alejarla de mitos y figuras frías. Fotos: Elder Leyva

“Enfrentarse a lo desconocido, fue tarea díficil para estudiantes y profesores”, apuntó y recordó que al día siguiente del ingreso a las aulas, sin que mediaran guías de estudio o clases prácticas, fueron enviados con diversos temas para investigar al Archivo Provincial y otras instituciones.

“Esa experiencia nos curtió”, indicó Bárbara, quien se dedicó desde entonces a realizar un estudio sobre las familias holguineras del siglo XVIII a través del análisis a los protocolos notariales, resultados presentados en su Trabajo de Diploma y posteriormente en el ejercicio de graduación para la Maestría de Historia y Cultura en Cuba, para esa ocasión desde una mirada más profunda que incluyó la creación de un curioso juego de mapas que refiere el asentamiento de esas familias en la ciudad, su tipo de economía y relaciones sociales.

Etapa que compartió con Celia, por aquel entonces convencida de estudiar periodismo, hizo más de un intento por cambiar de carrera y aunque hoy ostenta la condición, dada por sus colegas, de “periodista del departamento” no se arrepiente de su permanencia, camino profesional en el que encontró verdaderos guardianes de la Historia que la sedujeron con sus habilidades pedagógicas.

“La objetividad con la que se abordan los temas históricos en la clase a partir de la inclusión de métodos didácticos que cada vez deben ser más visuales e interactivos, a tono con los nuevos tiempos, conspiran en la motivación que puedan tener los estudiantes”, aseguró la profesora, pues no importa cuán preparado esté el maestro, la comprensión se establece a partir del interés que logre despertar en el alumno.

Y si por azar llegaron Bárbara y Celia a la Historia, a René, incluso le costó el apelativo de “loco” durante sus años de estudios en el Instituto Pre Vocacional de Ciencias Exactas José Martí cuando sus compañeros supieron que su alto índice académico no sería “aprovechado” en una codiciada Ingeniería o avalaría su entrada al ejército de las batas blancas, como habrían querido sus padres.

historia holguín 2022 2Celia es catalogada entre sus colegas como la “periodista del departamento”

“Historia siempre fue mi primera opción”, sentenció el joven, que combina la docencia y la investigación con sus responsabilidades como vice-presidente del Movimiento Juvenil Martiano en la provincia de Holguín, organización que acogió sus primeros trabajos de investigación desde la secundaria básica.

“Ser profesor de Historia hoy, en tiempos de redes sociales y tergiversaciones mediáticas, implica necesariamente enfocarse con objetividad en las necesidades de los jóvenes a través de espacios de diálogo abiertos y desperjuiciados donde sientan que realmente son escuchados”.

“Nunca será suficiente la preparación del profesor o la experiencia académica, si no sé es capaz de vivir y hacer vivir la Historia, humanizarla, alejarla de mitos y figuras frías. El propósito final siempre debe ser despertar el interés por la lectura, que el estudiante vaya directamente a la fuente, interpreten y arriben a conclusiones, sin necesidad de circunscribirse a lo que otro investigador consideró”.

Mientras, René se prepara para iniciar sus estudios doctorales, donde pretende profundizar los resultados de su tesis de Maestría sobre los primeros años de la Revolución Cubana y el impacto social que generó, a través del análisis a publicaciones periódicas de la época como la Revista Bohemia y el Diario de La Marina.

historiadores holguín 2022 1Barbara Márquez Montoya, profesora y jefa de la carrera Licenciatura en Historia de la Universidad de Holguín junto a sus hijas María de Lourdes y Alejandra.

Las profesoras Bárbara y Celia comenzarán en los próximos días a trabajar en la segunda parte del libro “Mujeres en situaciones profesionales. Experiencias cubanas y canadienses” que bajo el auspicio de JFD Editions forma parte de un proyecto de colaboración entre la Universidad de Holguín y la Universidad de Quebec, en Canadá.

El texto, escrito en español, inglés y francés, reunió a un amplio colectivo de féminas, quienes aportaron las experiencias de vida de profesionales de diferentes generaciones, origen y entorno laboral, explicó Celia y añadió que en este segundo momento la mirada agrupará, además, las vivencias de aquellas mujeres que centran su actividad cotidiana desde el hogar o a través de formas de gestión no estatal.

“Siempre hay algo que investigar”, diría María de Lourdes, la adolescente de 16 años que hoy se debate entre el periodismo y la fotografía, pero desde que estaba en el vientre de su mamá Bárbara, entonces en el primer año de su carrera, comprendió el sacrificio de estudiar cuando otros duermen o a entender a “mamá” si la venció el sueño antes de terminar de leer el cuento prometido o cuando no pudo dedicar todo lo que habría querido a jugar con su hermana Alejandra.

Ellas dispuestas también a ser fervientes investigadoras son hoy la mejor muestra de las huellas que ya dejan estos jóvenes historiadores que defensores de las ideas del Maestro reconocen que “la historia no es cera que se amolda a nuestras manos caprichosas”.

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