Oleo de una mujer sin sombrero
- Por Yenny Torres
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Fotos: Yaciel Peña (ACN)
Le dijeron que solo podía llevar falda y se las arregló para andar en pantalones; que la cintura es obligatoria y se deshizo del cinto, en todos los sentidos. Le dijeron que hay que ser “de su casa”, y se apoderó de las aceras, los teatros, el mar, el aire y hasta el espacio. Le dijeron tantas cosas, que acabó por olvidarlo todo, reinventarse, y crear un nuevo concepto de la libertad.
Nadie le dijo que no se llora, pero supo enjugarse las lágrimas a tiempo, retener el “nudo” entre las amígdalas, y suspirar. Nadie le enseñó la fórmula para hacer tantas cosas a la vez, y soportar la carga; nadie lo hizo, pero aprendió a crecer.
Echó mano a la leyenda de la antigua Grecia, donde Lisís trata comenzara una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; a la Revolución Francesa, cuando las parisienses marcharan hacia Versalles para exigir el sufragio femenino; y a otros acontecimientos; hasta que, a finales del siglo XIX, se fraguara la idea de su Día Internacional.
Tomó como telón de fondo la historia: a Rosa Park, la negra que no cedió su asiento a un hombre blanco en el autobús; Piedad Córdoba, considerada uno de los 10 intelectuales más influyentes de Iberoamérica, Berta Cáceres, la líder indígena; la insigne Ana Betancourt; y a otras que desafiaron la sociedad y sus métodos para hacerse valer.
Salió a reclamar por las que permanecen subyugadas, obligadas a solo satisfacer, víctimas del reproche racial, los vicios patriarcales y los prejuicios.
Llegó a denunciar los matices de la industria cultural y sus espacios denigrantes, que toman el cuerpo femenino como carnada y utiliza al cine, el video clip, la fotografía y cualquier forma de arte como excusa para exhibir y vender.
Respondió al “qué hubiera escrito Neruda, qué habría pintado Picasso” como musa y como flor, “que al derecho es copa y al revés sombrilla”. Se hizo canción y poesía.
Se lanzó a descubrir vacunas, hacer frente a una pandemia, ejercer de madre, esposa, hija, profesional, ama de casa, proveedora… Consciente de su reto en un contexto complejo, pero propio para insistir y “evolucionar”.
Nadie le dijo que la vida es fácil, pero se esfuerza por hacerla menos difícil. Nadie le explicó a mezclar dulzura con acero, mas, supo conjugarlo, con la determinación que exige ser MUJER.
