Por el cierre del agujero
- Por Luly Legrá Pichs
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A inicios de este año una buena noticia alegró a quienes hace algún tiempo escuchamos sobre el agrandamiento del tan temible agujero de la capa de ozono. Investigadores de la NASA y la de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) informaron, en enero, que nuestro gran manto protector empezaba a sanar.
Para esa fecha, según un estudio publicado en la revista científica Geophysical Research Letters, dicho orificio redujo su tamaño al 20 por ciento, hecho que demuestra el éxito de la aplicación de diversas políticas medioambientales.
Una de esas iniciativas fue la firma del Protocolo de Montreal en 1987, el cual prohíbe el uso de productos químicos clorofluorocarbonos (CFC), usados, en su mayoría, en aerosoles, lacas y en la industria refrigerante. Precisamente, esa eliminación de los gases CFC es proporcional al estado de la salud de la capa: a menos CFC más vitalidad.
Justamente Cuba es uno de los países firmantes de ese acuerdo, y también, de los que se suma cada 16 septiembre, desde 1994, a la celebración del Día Internacional de Protección de la Capa de Ozono, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para “promover la disminución de sustancias contaminantes, mediante actividades que correspondan a valorar los objetivos de dicho Protocolo”, significó Norkis Ochoa Aguilera, especialista de gestión ambiental de la delegación provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y medio Ambiente (Citma) en Holguín.
A partir de 2013, en este territorio nororiental, 41 entidades, poco a poco, han firmado la declaración voluntaria para la supresión de los gases hidroclorofluorocarbonos (HCFC), como uno de los pasos que forman parte del Protocolo; sin embargo, llama la atención que el universo empresarial de Holguín sobrepasa la cifra de 100 y solo estén comprometidos con nuestro medio ambiente un ínfimo número.
En lo que va de 2018 apenas se han sumado cinco: Garbo, Cupet y los hoteles Paradisus Río de Oro, el“Playa Pesquero” y “Río Luna Mares”, aunque está previsto que antes de concluir diciembre otros organismos y entidades se unan al trabajo de lograr de disminuir el consumo de los hidroclorofluorocarbonos.
Las principales acciones de los involucrados están dirigidas a la sustitución paulatina y sostenida de los equipos que trabajan con HCFC, a través de equipos con tecnologías alternativas libres de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) y de bajo potencial de calentamiento global.
Además, debe garantizarse la importación de aparatos de refrigeración sin HCFC y que cumplan con los requerimientos establecidos por el Citma. No obstante, Ochoa Aguilera comentó que el país prohibió la entrada de cualquier dispositivo con alguno de esos gases contaminantes, medidas a las cuales se agregan la capacitación y entrenamiento del personal especializado en esa rama y actividades de divulgación.
La Empresa Castor (ECOI-16), una de las destacadas en la provincia oriental en ese trabajo, recibirá el próximo 16 de septiembre un reconocimiento nacional otorgado por el Citma a aquellas entidades que logran prescindir de las SAO.
En 2017, ese galardón lo obtuvieron la Empresa de Ingeniería y Proyectos, Ceproníquel; y Moa Níquel S.A, Comandante Pedro Sotto Alba, de la Unión Cuba Níquel, adscritas al Ministerio de Energía y Minas. Esto demuestra la relevancia a nivel del país de lo hecho hasta ahora en la provincia.
No obstante, los CFC no son los únicos gases que atentan contra la perdurabilidad de la capa de ozono, aúnnos falta trabajar en la disminución y eliminación de la emisión del monóxido de carbono por casi la mayoría de los vehículos que ruedan por nuestras calles.
Para eso no basta solo con pasar por el “somatón” al transporteautomotor sino con un trabajo intencionado y riguroso de los organismos pertinentes, así como concientizar a los choferes de los daños al medio ambiente y a la salud humana, que causa ese humo negro.
Esta otra jornada por el Día Internacional de Protección de la Capa de Ozono nos subraya acerca de la necesidad de continuar hoy el trabajo para enmendar lo hecho en el pasado, y así, cuidar el futuro de la Tierra y la especie humana.
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