Somos lo que escribimos

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Dia periodista 3Este 8 de septiembre los periodistas de todo el mundo celebramos nuestro día.
 
Releo mis viejas líneas para no repetir ideas. Las mismas que hace un año me estrenaron, como periodista, en estas páginas, donde he contado tanto, donde he vivido y he sentido tantas emociones, que ni en una película de Almodóvar. No exagero.

Septiembre llegaba y yo con ganas, como todo recién graduado, de comerme al mundo de un solo bocado. Comprendí, luego, que es mejor de a poco, paso a paso, para no causar “indigestiones”, y dejar siempre ese “bichito” en la gente, que quiere siempre más o que esperan otro texto mío, o de cualquier periodista de ¡ahora!

Han pasado 12 meses de aquella columna, y haciendo uso de su titular, esto ha sido una aventura, con victorias y desafíos, con éxitos y obstáculos, pero rico paseo de palabras, de historias de ciudades y lomas inciertas, de gente popular y anónima, de cuentos de parada y vivencias en calles cotidianas y concurridas. Todo ha pasado tan rápido.
 
Y sí, sigo en este camino. Aunque suena a consigna, no lo es: soy de los que luchan, y luchará por que cada día tengamos un mejor periodismo, que nuestros periódicos, noticieros, emisoras y sitios web, sean partícipes, de una manera más cercana, de la realidad social, cultural, política y económica de mi Isla. Es, y será un gran reto, lo sabemos. Pero posible, alcanzable, si nos despejamos de vicios, esquemas y nos volvemos más creativos, consecuentes y pensamos cada vez más en nuestros públicos.

Este 8 de septiembre los periodistas de todo el mundo celebramos nuestro día. Todo nació del desgarre y la verdad de Julius Fucik con su Reportaje al pie de la horca. Creo que nos toca, en su homenaje, y como misión, retomar esa pasión, compremeternos, decidirnos más, arriesgarnos más.

Contemos más historias, disfrutemos más de los que hacemos. Ya lo decía Galeano es sus magistrales crónicas recogidas en El Libro de los Abrazos: “Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada”. Para mí, ha sido premisa y aliento. No se me quita la sed.
 
 
Jorge Suñol Robles
Author: Jorge Suñol Robles
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Periodista, hasta cuando duermo. Escribo porque las palabras pueden construir caminos y describir realidades, pueden cambiar el mundo. Melómano excesivo. Cubano, de pies a cabeza.

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