Hospital Pediátrico: 50 años al servicio del pueblo
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Fotos: Alexis del Toro
Medio siglo después de su inauguración el hospital pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja reafirma su condición de vanguardia en la atención de los niños y adolescentes holguineros y de otras provincias orientales, así como su vocación patriótica, internacionalista y revolucionaria.
En el acto político cultural, por el aniversario 50 de su apertura, devino reconocimiento a su colectivo, que desde el 10 de octubre de 1971 ha salvado miles de vidas y mejorado la calidad de vida de cientos de pacientes.
Así entre canciones y el verbo encendido de oradores fueron reconocidos a profesionales, personal de servicios y colectivos con el certificado Aniversario 50 creado a propósito de la efeméride, para enaltecer la labor de los más destacados en este año y a lo largo de su historia.
Varios momentos especiales sucedieron en esta emotiva actividad, como el recordatorio a varios trabajadores que ya no están físicamente, como el doctor Ángel San Juan, primer director del centro; la entrega de la medalla Hazaña Laboral a cinco trabajadores, además del homenaje a las doctoras Migdalis Hidalgo y María Magdalena Paneque Mendoza, por su “esfuerzo y voluntad en asumir tareas en los meses difíciles de la COVID-19”.
De igual manera el Pediátrico fue estimulado por la Dirección del Partido, Gobierno y Salud Pública en la provincia; además sus hermanos del sistema sanitario holguinero lo enaltecieron, entre ellos los hospitales Vladimir Ilich Lenin y clínico quirúrgico Lucía Íñiguez Landín y la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín.
El doctor Miguel Leyva, director general de la institución infantil, tras recordar cómo surgió el hospital, a partir de la adaptación del edificio de la Audiencia de la ciudad, dijo que “el Programa Materno Infantil encontró en este centro la fortaleza de un muro de contención de tres servicios que, con alcance de asumir la regionalización de amplias afecciones, han sabido responder a tan alta responsabilidad puesta sobre sus hombros, por el sistema de salud cubano”.
Destacó que de los 178 trabajadores, entre ellos sólo tres especialistas, seis médicos residentes, 24 enfermeras y 23 técnicos, de los inicios, hoy esas cifras se han multiplicado para disponer de uno de los hospitales pediátricos más grandes del país con la garantía en la prestación de servicios en 35 especialidades médicas, cerca de 10 laboratorios y varios medios diagnósticos de alta resolutividad.
Sobre el enfrentamiento a la COVID-19 dijo que han ingresado a más de 3 mil 870 niños sospechosos en unas 188 camas para este servicio y 10 para la atención al grave, sin lamentar ningún fallecido, al tiempo que han mantenido en medio de la pandemia la vitalidad en la actividad quirúrgica, con una expectativa de vida de la cirugía neonatal del 97 por ciento, la resolutividad de los servicios de atención al grave y la calidad en los procesos de enfermería, entre otros logros.
“Estos primeros 50 años son motivos suficientes para nuevos compromisos en aras de ascender a planos superiores en la calidad de los servicios, que es decir más bienestar y salud para nuestros niños”, puntualizó
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