El italiano que salvó la vida del Mayor General Calixto García
- Por María Julia Guerra
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Un italiano ofrendó su vida a cambio de la de Calixto García. Un gesto similar de solidaridad, altruismo y desinterés con el pueblo de Italia tuvieron dos brigadas médicas del Contingente Internacionalista Henry Reeve hasta la península y salvaron cientos de personas de la COVID-19.
Natalio Argenta, cuya muerte ocurrió hace 140 años, vino a Cuba con el Mayor General Calixto García en mayo de 1880, a participar en la que se llamaría Guerra Chiquita. Pero, cómo se conocieron y hasta dónde intimaron este italiano y el cubano mambí hablamos aquí?
José Martí cuenta que Calixto, quien desde septiembre de 1878 presidía el Comité Revolucionario Cubano en Nueva York, trabajaba sin descanso para unir voluntades y crear clubes, fuera y dentro de Cuba, y organizar una nueva contienda para liberar a Cuba del coloniaje español.
“... bajaba de mañana a la tienda de Leandro Rodríguez, tesorero de la Junta Revolucionaria y allí en un rincón estrecho recibía sus visitas, con benevolencia hidalga, castigaba con arranques elocuentes la desidia o abyección de sus paisanos, recordaba con chispas en los ojos la bravura de la guerra, comentaba, con lucidez singular, la historia de los pueblos y la literatura militar”.
Martí conoció al General y su exquisita y humilde familia en los primeros días de enero de 1880, y ya el italiano Natalio Argenta era como si formara parte de aquel hogar lleno de alegría por los niños. Isabel Vélez, esperaba un nuevo vástago. Ese mismo mes nació el cuarto hijo del matrimonio y le pusieron por nombre Mario.
Argenta era natural de Bérgamo, Italia, y por la unidad de su país había combatido bajo las órdenes de Garibaldi. Emigró a los Estados Unidos; vivió en Tampa y Cayo Hueso y luego en Nueva York. Aquí conoció al general Calixto García, con quien simpatizó de inmediato y se unió al movimiento revolucionario que éste encabezaba para luchar por la libertad de Cuba.
Se puso a la entera disposición del general mambí y le servía de ayudante y guardaespalda, por lo que era asiduo visitante en la casa familiar. Cuentan que cuando nació Mario la ayuda de Natalio Argenta fue indispensable. Sabía cocinar todo tipo de comida italiana, por lo que se ganó fama en esa faena y pronto todos fueron adeptos a sus manjares.
Para venir con Calixto García a pelear a Cuba, por Cuba, se alistaron 82 hombres, entre ellos el italiano Natalio Argenta. Desde Jersey City, en la goleta Hattie Haskel, en marzo de 1880, solo partieron 26 expedicionarios, incluyendo al Mayor General García y a Argenta. La expedición fracasó y tuvieron que refugiarse en Jamaica. En esta isla, Calixto prepararía otra expedición a finales de abril, pero a la goleta en que venían 15 hombres hacia Cuba, entre ellos Argenta, se le rompió el mástil y tuvieron que regresar. Una semana después, el Mayor General parte de nuevo, ahora eran 19 hombres, contando a Argenta.
Esta vez sí llegaron. El veterano jefe mambí y el pequeño contingente de audaces revolucionarios desembarcaron el 7 de mayo de 1880 en un lugar de Santiago de Cuba entre Aserradero y Cojímar.
Desde la llegada, el mayor general Calixto García estuvo sujeto a la implacable persecución del ejército español. El 6 de julio el periódico La Voz de Cuba informaba de una acción contra las fuerzas de Calixto García en Los Diablos, inmediaciones de la Sierra Maestra, y que se habían hecho prisioneros al italiano Natalio Argenta, a Julio Morejón y al comandante Enrique Varona.
En el encuentro, tras cubrir la retirada del general Calixto, para salvarle la vida y de una nueva prisión, Argenta cayó prisionero.
El día 21 de julio, el Mayor General le escribe a Esteban Estrada, hermano de Logia, pidiéndo ayuda, y entre otras cosas le dice:
De 19 hombres que desembarcamos, solo quedamos seis desnudos y descalzos. Mi posición se hace, pues, cada día más difícil y para empeorarla estoy padeciendo fiebres y no tengo quinina para cortármelas.
Como usted comprenderá, la cuestión es de vida o muerte, y morir poco me importa, si algún beneficio reportara a mi país, pero en las actuales circunstancias sería un beneficio estéril.
También deseo ardientemente tener noticias de la suerte que le ha cabido a mis desgraciados compañeros que fueron hechos prisioneros en “Los Diablos”, Pío Rosado, Juan Soto, Natalio Argenta, Enrique Varona, Manuel Cortés, Miguel Cantos, Félix Morejón y Domingo Mesa.
Tengo esperanzas de que el enemigo no los habrá fusilado a todos, y si para salvarlos fuese necesario entregarme yo a los españoles, lo haré sin titubear.
Pero, ya su leal amigo y compañero, el italiano Natalio Argenta había sido fusilado en la ciudad de Bayamo el día 7 de julio. Cuentan que desafiante, frente al pelotón de fusilamiento, gritó a toda voz:”¡Viva la República Universal!”
José Martí tampoco lo olvidó. El 22 de agosto de 1892, en el periódico Patria decía: “…¿No hemos de recordar con agradecimiento que el hombre de corazón que se llevó a Cuba, en su guerra infortunada, Calixto García, era italiano de cuna, era Natalio Argenta?”
Luego, el 3 de septiembre, en la misma publicación escribía: “…Patria rendía un tributo merecido a la memoria del valiente italiano Natalio Argenta, que por nosotros sangró y bajo cuyo nombre los italianos de Tampa, amantes de la libertad, se alistan para ayudar a la obra grandiosa de la redención de las Antillas…”