Activismo deportivo: necesidad urgente en los barrios
- Por Carlos Alberto García Aballe
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Fotos: Combinado Deportivo Pedro Díaz Coello
Durante el último mes del año, el activismo físico enfrenta desafíos que exigen planificación, compromiso y una gestión más cercana a las realidades de cada comunidad.
Llegar hasta zonas intrincadas siempre ha sido un reto, pero ahora se imponen condiciones adicionales: caminos afectados por las lluvias, desplazamientos complejos y la necesidad de reorganizar recursos en un periodo marcado por múltiples actividades sociales. Todo se multiplica cuando se trata de comunidades que aún sienten los efectos del paso del ciclón Melissa.
En esos lugares, la presencia del deporte adquiere un valor mayor. La gente necesita espacios para reconstruir la rutina y recuperar el ánimo colectivo. Las actividades físicas funcionan como un impulso emocional, una oportunidad para fortalecer la cohesión social y una herramienta para que niños, jóvenes y adultos mantengan hábitos saludables en medio de las dificultades.
El simple hecho de llevar un juego, una clase o un festival deportivo puede transformar el ambiente de un barrio que todavía lidia con daños materiales y tensiones emocionales.
Aquí los combinados deportivos tienen una responsabilidad decisiva, pues son los que organizan el calendario de acciones. Sus técnicos conocen el terreno, las carencias y las posibilidades reales de cada zona. Su rol implica creatividad para aprovechar espacios recuperados, coordinación con factores locales y capacidad de movilizar a los practicantes habituales y a quienes se suman por primera vez.
Juegos de mesa, probar la fuerza de los niños con el reto de la soga o partidos de fútbol y béisbol serán, sin dudas, bien recibidos en comunidades que necesitan despejar su mente y cambiar la rutina.
El desafío mayor es sostener la presencia hasta el cierre del año. La clave esta en la constancia, en la sensibilidad ante las necesidades de cada comunidad y en la convicción de que el deporte es parte de la reconstrucción y también una fuente de esperanza.
