Imprescindibles
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Foto: Carlos Rafael.
Un solo día no es suficiente para enaltecer el papel altruista y de entrega de los que no miran horas, situaciones personales, limitaciones, riesgos, retos, bloqueo ni sacrificios en su terruño o a miles de kilómetros de la Patria, por estar donde son imprescindibles.
Para los de batas blancas no puede ni debe escatimarse admiración, respeto y el elogio de todo un pueblo, que les agradece el altruismo con que ejercen la profesión más humana: prevenir enfermedades, curar y salvar vidas.
Sin embargo, es oportuno hacer un alto cada 3 de Diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana, en honor al eminente científico Carlos J. Finlay, quien naciera hace 188 años, para además de enaltecer el trabajo de los más de 39 mil trabajadores del sector en la provincia, hacer un recuento del arduo camino recorrido por los colectivos obreros en este 2021, marcado por una de las situaciones epidemiológicas más cruentas y largas afrontadas por el país, como consecuencia de la COVID-19.
La doctora Katia María Ochoa, directora provincial de Salud, reconocía en las últimas horas, que la “formación humanista, la ética revolucionaria, el amor infinito profesado por nuestros padres, maestros, líderes y el pueblo nos mantuvo, mantiene y mantendrá en pie de lucha, por la vida de cada paciente, aunque ello implique poner la nuestra en riesgo, como ha pasado en cada centro asistencial y de servicio de este territorio de más de un millón de habitantes”.
Con esa certeza los más de 39 mil trabajadores, de ellos 8 mil 478 médicos, unos 7 mil 100 miembros del personal de enfermería, mil 400 estomatólogos, 4 mil 500 tecnólogos, 5 mil técnicos y alrededor de 12 mil obreros del área administrativa y de servicios hicieron del sector una fortaleza para evitar colapsara la asistencia médica en los días más cruentos de la epidemia cuando el rebrote de la COVID-19 a mediados de año.
Foto: Perfil de Facebook de la UCMH.
En la hora del repaso a lo hecho en circunstancias adversas por el coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo, impuesto hace más de seis décadas por el Gobierno norteamericano, resulta indispensable resaltar a los más de 6 mil 500 estudiantes de Ciencias Médicas que desandaron los barrios de casi todos los municipios, para en vínculo activo casa a casa realizar la pesquisa en busca de sospechosos o asumieron tareas concretas en mesas coordinadoras y también en consultorios, centros de aislamientos y otros lugares.
Durante el pico epidémico la provincia desplegó una dotación de camas de hospitalización ascendente a 9 mil 594; creó más de 100 centros para la asistencia de pacientes de bajo y mediano riesgos; así como seis hospitales para los casos más complicados con mil 709 capacidades, aseguramiento conseguido en tiempo récord y siempre con la cooperación de las máximas autoridades políticas y del Gobierno, así como de varios organismos, cuya entrega fue total a esta tarea.
La doctora Ochoa apuntó que se han confirmado en este año 61 mil 780 casos, de ellos 60 mil 487 autóctonos, para cuya atención y de todo paciente urgido de servicio médico se requirió del rediseño de los Cuerpos de Guardia de infecciones respiratoria, para asistir a 126 mil 869 personas; mientras que las Unidades de Terapia Intensiva e Intermedia fueron habilitadas 300 camas para positivos o con secuelas de la enfermedad, en las cuales se dispusieron de ventiladores pulmonares, flumitter, oxímetros de pulso, manómetros, entre otros recursos. “Fue una verdadera heroicidad la vivida con cada paciente y nuestros trabajadores fueron sus protagonistas”.
Foto: Elder Leyva.
En medio de tales circunstancias cuando la atención primaria sufría los mayores embates, por el alza de pacientes se gestó el Proyecto A Holguín, ponle corazón, integrado por jóvenes recién graduados, residentes y estudiantes.
“Cada uno de sus integrantes sembró esperanzas, amor y confianza en la Revolución. Los más de 150 miembros se ganaron el respeto en cada comunidad a donde llegaron, las más intrincadas, vulnerables y hoy ellos han vuelto a sus obligaciones habituales, pero con la disposición de estar donde sean más necesarios, así lo ratificaron en encuentro gratificante sostenido con una representación de las nueve brigadas creadas”.
Paralelo a la asistencia médica la provincia sumó, desde mayo último, la vacunación antiCOVID-19, la cual avanza de manera progresiva, para lograr una cobertura superior al 92 por ciento de la población con una dosis y más de 78 por ciento con el esquema terminado, mientras que inició la aplicación de la inyección de refuerzo por los trabajadores de la Salud, con los cuales comenzara la intervención sanitaria con las vacunas cubanas en el territorio.
Con voluntad de vencer
Aunque en estos meses la pandemia requirió los mayores esfuerzos principales programas del sistema de Salud cubano no se detuvieron, como el Materno Infantil, Atención al Adulto Mayor, a la Pareja Infértil o al de reparación y mantenimiento de obras del sector, que alcanzó a 72 instituciones, donde se terminaron 440 objetos de obra, en hospitales, consultorios médicos, policlínicos, salas de rehabilitación, Centros de Higiene y Epidemiología, Clínicas Estomatológicas, Casas de Abuelos y Hogares de Ancianos.
A las que se suman las adecuaciones realizadas en locales para la instalación y puesta en marcha del equipamiento de tres laboratorios de Sistema Ultra Micro Analítico (Suma), que permite detectar varias enfermedades de forma temprana, entre ellas, la COVID-19, lo cual fue posible en medio del pico pandémico.
Otra tarea asumida con creces fue la colaboración internacional, con la cual cumplen hoy 2 mil 683 trabajadores de la Salud del territorio en 46 países, muchos hoy con complejas situaciones por la COVID-19.
Así 503 integrantes del Contingente Henry Reeve acudieron a 37 naciones a cooperar en el enfrentamiento a la pandemia, de los cuales ya 415 regresaron a la Patria con el deber cumplido y extraordinarias historias escritas con esfuerzo y sabiduría.
De manera muy particular, la doctora agradeció a los colegas de otras provincias, pertenecientes al “Henry Reeve” que brindaron su apoyo en varios municipios en los meses difíciles del rebrote, muchos de ellos llegados directamente desde el exterior, sin apenas ir a sus casas o ver a la familia.
“Hoy nos sobran muchas razones para seguir luchando, construyendo y lograr sostenibilidad en todos los programas, en especial en el Materno Infantil, desde la atención primaria hasta la secundaria”, puntualizó.
Precisamente por todo ese quehacer, este 3 de Diciembre, Ernesto Santiesteban Velázquez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia y Julio César Estupiñán, Gobernador, entregaron reconocimiento especial a Salud Pública, en el acto político cultural, celebrado por la efeméride y el cual estuvo presidido por Teresa Amarelle Boué, integrante del Buró Político y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Esta ocasión fue propicia, además, para homenajear a la Comisión de Expertos de la provincia, así como a municipios y colectivos por su participación en el enfrentamiento a la COVID-19; nueve profesionales recibieron la medalla Hazaña Laboral; a las nueve brigadas del Proyecto a Holguín, ponle corazón y a organismos destacados se les confirió el Sello Mérito al Humanismo, Sensibilidad y Solidaridad y el doctor Adrián Benítez Proenza, fue condecorado con la Orden Lázaro Peña de Primer Grado.
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