El reto de ser papá
- Por Adrian Fernández Cuba
- Hits: 6748

Cuando me llegó, en una llamada telefónica, la noticia de que iba a ser papá, yo en “modo despiste”, solo atiné a decir: "¡Ah! Ok". Luego de colgar, me percaté y devolví la llamada a mi esposa, lleno de alegría y temor, por la responsabilidad que sentí sobre mis hombros, desde ese día…
Recuerdo la “chochera” de acostarme en la cuna, justo antes de romperla, para tratar de que se durmiera, porque esa es la única forma que encontré para calmar su llanto, en esos primeros meses, cuando dormía de día y lloraba de noche…
La satisfacción de regalarle un carrito, de esos que nunca pude tener, y el dolor de ver cómo lo destroza un rato más tarde, y me lo entrega “hecho posta”, para que se lo repare, porque papá sabe arreglarlo todo, y lo arreglo, tres veces, hasta que ya no le quedan ni ruedas…
A veces, uno siente que los hijos son la muestra de que se está haciendo adulto; cuando los miras, ahí, a tu lado, preguntando por todo lo que no comprenden, y confían en que eres quien lo sabe todo… ¿Por qué te salen pelos y tienes que afeitarte? ¿Por qué trabajas tanto? ¿Por qué no juegas más conmigo? ¿Por qué no vamos mañana a la playa? ¿Por qué murieron los dinosaurios? ¿Por qué…? ¿Por qué…?
Cuando llegas y te abrazan y te preguntan si les traes un dulce; cuando los regañas y a los diez minutos ya no se acuerdan y te dan un beso; cuando no pueden dormir y eres el “supermán” que los va a proteger del “lobo feroz”.

Cuando intentamos dormir los cuatro juntos, como Los Croods, apilados en una misma cama, abrazados y luchando por una misma sábana, sintiendo su respiración, sus latidos en el pecho, te hacen soñar y confiar que todo está bien, porque juntos vamos a protegernos…
Cuando los pasas a su cama, te detienes a contemplarlos y compruebas cuánto pesan y cómo han crecido; cuando comprendes cuánto has aprendido, porque, a ser mejor padre, se ensaya día a día…
Ser papá es aprender a ser agradecido con tus padres, por todo cuanto te dieron, por todo cuanto no pudieron darte; por el sacrificio que solo un padre o madre es capaz de hacer para darte no todo lo que deseas, sino lo que necesitas.
Ser papá es hacer sentir seguros a tus hijos, aun cuando no tienes toda la certeza, aun cuando dudas si todo estará bien, pero no lo dices; aun cuando no puedes darles todo lo que quisieras, pero un beso, un abrazo y un te quiero, bastan; es la responsabilidad de educarlos y hacerlos personas de bien.
Los hijos llegan sin avisar y casi nunca tienes las condiciones materiales y subjetivas para enfrentar el reto, pero, sin dudas, ser papá es el mejor regalo que me ha dado la vida. Sinceramente, tengo mucho que agradecer por esos dos retoños de mi cromosoma Y.
A mis 34 años, el reto de ser papá es la dicha de compartir, junto a mamá, el crecimiento de nuestros bebés; esos que nos hacen sentir capaces de luchar contra monstruos, mosquitos u hormigas; porque, tal como nos ven nuestros hijos, los padres somos fuertes e invencibles.