Los fantasmas del Teatro Suñol

  • Hits: 6097
Fotos: Carlos Rafael y MisteriotecaFotos: Carlos Rafael y Misterioteca
 
La primera vez que escuché esas historias, “freí un huevo” entre los labios en franca señal de desconfianza, recelo, escepticismo y todos los sinónimos que dieran entender que aquello no me lo creía. Sin embrago, cuando entré a la sala grande, desolada, en penumbras, en silencio no me atreví a comprobarlo. Así que le cuento, tal y como me confesaron los protagonistas, las historias de los fantasmas del Teatro Eddy Suñol.
 
Idania Guerra Cuza es acomodadora de sala desde septiembre de 2018. Nadie le había comentado sobre suceso “extraordinario” alguno. Pero en noviembre de ese año vivió un episodio del que jamás podrá olvidarse: “Ese día yo estaba con una compañera de trabajo sentada en la luneta de una esquina dela sala. De momento, veo una cosa que sale. Nos miramos las dos. Ella me pregunta:`¿Tú sentiste algo?`. Digo yo:¿Y tú viste lo que yo vi?.

“Nos quedamos perplejas, porque las dos sentimos algo o alguien que hizo una inspiración profunda, se había parado del asiento y vimos la sombra cuando se iba.
 
Escalera Camerinos
 
“En ese momento no me asusté, pero después, cuando empecé a escuchar las historias, entonces dije: fue verdad lo que vimos y sentimos mi compañera y yo. Cada vez que paso por allí se me erizan los pelos”.

Sin embargo, Hipólito Velázquez Sanciprián, quien laborara en el “Suñol” por cuatro décadas hasta su jubilación, dice que jamás sintió nada, “a no ser grillos y esas boberías”, asegura a sus 82 años. Y eso que se quedó solo en muchas ocasiones en aquella sala, cuando no necesitaba de ayuda sobre el escenario.
 
Otra es la experiencia de Enrique Hernández Jarosay, administrador desde el 2013 del Complejo Cultural Eddy Suñol y conocedor de las vivencias de otros trabajadores, quienes le han dicho que han visto sombras de personas caminando y han sentido ruidos. Pero en una ocasión fue él el protagonista de los sucesos:

“Una vez fui detrás del escenario a un problema de trabajo. Ya las luces estaban apagadas. Cuando entré, por las escaleras que bajan al foso, vi la silueta de una persona. Estaba de espaldas, vestido de negro. Llegué a los camerinos, viré, pero ya no sentí más nada.
 
Lunetario 1
 
“Hace unos días, por la tarde, entré a revisar los camerinos. Cuando iba llegando, sentí pasos, como personas que me caían atrás. Y no soy yo solo. Otra compañera, la que suele limpiar el escenario, Marilín, me dijo que había sentido lo mismo”.

Reconocida como “La Voz de Oro de Cuba”, la soprano María Luisa Clark, desmiente toda teoría de sombras o ruidos. En su medio siglo de vida artística en el Teatro Lírico Rodrigo Prats (TLRP) de Holguín no recuerda haber experimentado ninguna experiencia fantasmagórica.
 
Por su parte, Roger Rodríguez, director actual del Teatro, cuenta que en entró al escenario. Al salir, vio detrás de la pata de la cortina una persona que caminaba rápidamente.

Plantas Cabina1
 
Imágenes más nítidas de sucesos similares tiene María Dolores Rodríguez, soprano y directora del TLRP: “Raúl Camayd, fundador del Lírico y nuestro director insigne, tenía la costumbre de sentarse en una sillita en la esquinita izquierda del escenario, cuando te paras de frente al público. De ahí lo vigilaba todo, comiéndose las uñas.

“Alberto Dávalos, director del Teatro Lírico de Matanzas que pasó a ser director artístico nuestro, siempre corría por los pasillos laterales de la sala para dar indicaciones a los artistas, porque le encantaba que salieran del público.
 
“Cuando a mí me dieron la dirección del TLRP e hice por primera vez un espectáculo en el `Suñol´, sentí clarito, clarito, como si Raúl estuviera. Con el ojo izquierdo lo veía sentado en esa esquinita con su traje color crema y su camisa azul. A Dávalos lo vi corriendo por el pasillo. Y te digo que cierro los ojos y los veo ahí, siento que están ahí.El Teatro Suñol tiene que tener sus fantasmas buenos que lo cuiden y lo quieran, porque se lo merece”.

sunolH1
 
Exige el buen periodismo comprobar los hechos antes de publicarlos. Mas en este caso decidí saltarme la ley y circunscribirme a la narración fiel de los sucesos.Hasta el momento en que escribo, en mis horas-luneta en el teatro, jamás he visto o sentido nada. Y aunque a veces demoro en el escenario o camerino para las entrevistas de rigor tras las puestas, no me asusta salir casi de última.

Si hay fantasmas, coincido con Lola en que han de ser extremadamente buenos para cuidar con esmero todo lo que se presenta en los escenarios del “Suñol”, de excelente factura y éxito de público. Tal vez ellos sean el alma del Teatro que ha llegado a sus 80 años  con un esplendor magnífico.
 
Rosana Rivero Ricardo
Author: Rosana Rivero Ricardo
MÁS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
Rosana Rivero Ricardo. Periodista 25 horas al día. Amante de las lenguas... extranjeras, por supuesto. Escribo de todo, porque “la cultura no tiene momento fijo

Escribir un comentario