La memoria Shipibo-Konibo en la lente de David Díaz González
- Por Alionuska Vilche Blanco
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De izquierda a derecha: Sergio Benvenuto Solás, director del Festival; Gonzalo Flavio Guillén Beker, embajador del Perú en Cuba; y Geo Darder, coordinador del proyecto Casa Gitana. Fotos: Alionuska Vilche y tomadas de la página de Facebook FIC Gibara
La exposición fotográfica "Shipibo-Konibo: Retratos de mi sangre", del artista peruano David Díaz González, fue inaugurada este miércoles en el Hotel Plaza Colón como parte del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara.
La muestra, presentada por el embajador del Perú en Cuba, Gonzalo Flavio Guillén Beker, reúne una serie de retratos y escenas cotidianas que capturan la intimidad, la resiliencia y la riqueza cultural del pueblo Shipibo-Konibo, originario de la Amazonía peruana.
Durante la inauguración, el embajador Guillén Beker destacó la importancia de la exposición en el contexto de la diversidad peruana y la historia de integración de la Amazonía al Estado-nación. Subrayó que el Perú alberga 75 lenguas originarias, muchas de ellas en la región amazónica, cada una portadora de tradiciones, danzas y cosmovisiones únicas.
En palabras del embajador, la obra de David Díaz trasciende la visión exotista que tradicionalmente ha predominado en la representación de los pueblos amazónicos: “La mirada de David es completamente distinta. Es una mirada desde adentro, donde las personas son vistas en toda su belleza, recreadas con dignidad y humanidad”.
El embajador enfatizó que, para Díaz, la fotografía es un acto de memoria y resistencia. El propio artista, ausente en la inauguración, expresó en el catálogo su deseo de registrar a su comunidad tal como la conoce, antes de que los cambios sociales y culturales transformen irremediablemente sus tradiciones y formas de vida.
Geo Darder, coordinador del proyecto Casa Gitana, resaltó la dimensión educativa y transformadora de la exposición. Señaló que el arte y la fotografía permiten acercar realidades distantes y ampliar la comprensión del mundo, fomentando el diálogo intercultural. Darder compartió su experiencia de trabajo con comunidades indígenas en América Latina, subrayando que proyectos como este contribuyen a que las culturas ancestrales sean reconocidas y valoradas tanto a nivel local como global.
Por su parte, Sergio Benvenuto Solás, director del Festival de Cine Pobre de Gibara, celebró la inclusión de la muestra en el programa del festival dada su conexión con los temas que se debaten en espacios teóricos del evento y que representa un paso importante para visibilizar las culturas indígenas en Cuba y en el ámbito internacional.
La fotografía principal de la exposición muestra a una mujer Shipibo-Konibo pintando con tintes naturales sobre tela, una escena que sintetiza la transmisión de saberes ancestrales y la vitalidad de la cultura amazónica. La imagen, en blanco y negro, remite a la tradición y a la contemporaneidad, evocando la nostalgia de lo insustituible y el compromiso del artista con la preservación de su herencia.
David Díaz González, originario de la comunidad nativa Nuevo Saposoa en Ucayali, utiliza la fotografía como una herramienta de memoria y reivindicación para su pueblo. Su obra ha sido exhibida internacionalmente y es reconocida por su capacidad de plasmar la realidad cambiante de las comunidades indígenas, dignificando sus historias y resistencias.