Mambrini: Desearía dirigir a Las Panteras de Holguín

  • Hits: 4141
mambrini 2Lorenzo Mambrini.
 
Desde hace aproximadamente cinco años el fútbol cubano ha registrado los peores guarismos desde que se practica este deporte en el país. Sin embargo, en el último lustro, se ha incorporado a la familia futbolística del archipiélago antillano, un hombre que siente y respira este deporte, Lorenzo Mambrini, quien pudiera marcar una nueva etapa en esta universal disciplina.
 
El oriundo de Florencia, Toscana, en Italia, no esconde su atracción por la Ciudad Cubana de los Parques y en una de sus visitas a Holguín, accedió a conversar con ¡ahora! digital para conocer más de este hombre, con una historia en el fútbol italiano y otra que teje poco a poco en Cuba.
 
F- ¿Cómo fueron los inicios de Mambrini en el fútbol?
 
La pasión por el fútbol comenzó desde los seis años, cuando mi mamá nos llevaba a mi hermana y a mí a ver a nuestro papá Giuliano Mambrini, quien jugaba como defensa en el Bologna, en la Serie A de Italia, o sea, que procedo de una familia futbolística, que orgullosamente defiendo.

Con esa edad, más o menos, comencé a mover mis primeros balones en el FC Perugia, hasta que a los 13 años me compró el equipo de AC Pisa. Allí me desarrollé y en 1995, con 17 años, debuté en la tercera división de ese club, etapa que recuerdo con mucho agrado, porque papá tuvo que firmar por mí el contrato, pues era menor de edad y pasaba a ser profesional.
 
F- ¿Hábleme de su vida como profesional?
 
mambrini 3
 
La tercera división en el fútbol italiano es una liga fuerte en comparación con la de otros países del mundo. Mencionar esta categoría, significa, que te vayan a ver siete u ocho mil personas, más el salario que tienes, del cual puedes vivir.

Inicié mi vida profesional en el Pisa donde estuve dos años, luego fui contratado en la segunda división del Venecia, durante cuatro temporadas, posteriormente jugué en tercera del FC Arezzo, tres campañas. Yo era contención, un volante de salida.

Nunca pude jugar al máximo nivel en mi país, pero sí entré en la historia del fútbol italiano, porque impuse un récord en Italia, que duró desde el año 2000 hasta el 2011 de más penaltis cobrados sin fallar, con 32; pero Mario Dastoli, del FC Pontedera, de tercera división, me superó con 33.
 
¿Por qué decide terminar su carrera como atleta?
 
Cuando se llega a los 33 años, si uno no está bien físicamente, creo que lo mejor es culminar la carrera. No todo el mundo es tan disciplinado como Javier Zanetti, Gianluigi Buffon, Francesco Totti, este último, hizo un milagro al llegar a los 40 años jugando la posición que tenía. Yo no me sentía bien en ese momento y decidí terminar por ese motivo.
 
¿Por qué la determinación de ser entrenador?
 
Porque mi papá luego de ser atleta fue entrenador y la pasión con la que trabajaba me motivó. Me decía que era muy duro terminar de jugar fútbol y para debilitar un poco el golpe, continuó como entrenador del equipo de la ciudad de Cittá di Castello. Con esa tradición familiar, me dije, no puedo culminar así, tengo que continuar en este mundo.

Finalicé mi carrera activa en el año 2012, pero el 2 de marzo de 2007 me había inscrito en el curso base de la UEFA y en marzo de 2009 me gradué como máster en Dirección Técnica (DT) de equipos de fútbol. Soy el único de los DT que trabaja en la Liga Cubana con licencia de la EUFA y todos los años tengo que ir a la sede de la Federación Técnica italiana a renovar mi licencia en un curso que recibimos.

El primer equipo que dirigí fue la selección Sub-20 del Bologna en el año 2013, allí estuve dos temporadas. En el debut no me fue bien, pero en la segunda temporada alcanzamos la medalla de bronce.
 
¿Cómo inicia su vínculo con Cuba?
 
Esta pasión por Cuba me la impregnó mi abuelo materno, que desde el año 1962 sintió mucha simpatía por Fidel Castro Ruz. Él me decía que viniera a ayudar al Comandante. Murió con una foto de mi abuela y de Fidel; fue un gran revolucionario.

Yo le decía, abuelo, yo no conozco a nadie allá. Y la vida me premió porque conocí a mi exmujer en Italia con quien estuve casado desde 2009 hasta 2015 y venía dos veces en el año, cuando descansaba la temporada de fútbol.

Cuando terminé me propuse venir a trabajar a Cuba, aunque mi papá no estuvo muy de acuerdo con la decisión. Comencé en el municipio habanero de Guanabacoa, gracias al futbolista Yosel Perdomo, quien hoy juega con la escuadra de Ciego de Ávila, que me invitó a jugar y a dirigir a la vez, el equipo de ese municipio.

Estuve poco tiempo en la Academia de Fútbol de La Habana hasta que me llamaron en el año 2015 para guiar a los Diablos Rojos de Santiago de Cuba, que estaban en segunda división del fútbol cubano.

En el 2016 fuimos cuarto lugar y luego en 2017 llegó el histórico campeonato de esa provincia, que nunca había ganado estos eventos. Desde febrero de 2016 hasta el 24 de junio de 2017, que se desarrolló la edición 102 de la Liga Cubana de Fútbol, hilvanamos 32 juegos sin perder. Ese es un grato recuerdo que nunca olvidaré.
 
F- ¿Qué modificó usted para lograr esos resultados?
 
Cuando llegué a Cuba los equipos generalmente jugaban por el sistema 4-2-3-1, algo muy ofensivo que se juega poco ya, porque deja a cuatro hombres encima de la pelota, muy desequilibrados, sin embargo, yo comencé a implementar el 4-4-2 y ya se ha generalizado en Cuba.

No me gusta donde voy a trabajar, obviar las características personales de los jugadores, porque sería limitarlos. Lo que hago siempre es estudiar los atletas que voy dirigir y luego mezclo mi metodología europea, aunque es muy importante conocer al contrario para desarrollar un buen partido.
 
Ganas un campeonato invicto con Santiago de Cuba en el 2017. ¿Por qué la decisión de irse a dirigir a La Habana?
 
Quizá fue un error, porque en la vida no todas las decisiones son acertadas, pero René Pérez, comisionado nacional de fútbol en ese momento, decidió ponerme en el colectivo técnico de la selección cubana, en una agrupación que desafortunadamente no funcionaba bien.

Pero ya en la capital, me propuse un reto de dirigir al equipo de La Habana, que se le habían ido 24 jugadores y yo de lo único que disponía era de atletas Sub-20 y Sub-17, algo sumamente difícil.

No obstante, busqué algunos habaneros que estaban en Santiago de Cuba y a esa selección, la llevamos de la segunda división hacia la primera contra todos los pronósticos.

En estos cinco años de trabajo que llevo, he disputado 97 partidos oficiales, de ellos 72 victorias, 6 derrotas y 19 empates, creo que es un buen resultado como para que me tengan en cuenta, no ha sido así, pero continuaré trabajando.
 
Los equipos que usted ha dirigido se han caracterizado por permitir pocos goles. ¿Se identifica usted por jugar un fútbol defensivo?
 
No, para nada. Yo siempre juego con tres delanteros. Es que uno debe saber ubicar los jugadores, como defender, quien se queda en la media cancha, como se corre la defensa. No es una cuestión de ser ofensivo o defensivo, sino ser equilibrado.
 
Existe la posibilidad de que Mambrini en algún momento dirija las Panteras Holguineras.

Primeramente, para llegar a un lugar, tienen que haberte invitado, no podemos llegar así como si nada. Este año cuando supieron que yo estaba en Cuba, se comunicaron conmigo desde Guantánamo, Camagüey, Villa Clara y Ciego de Ávila, y yo tuve que escoger. Pero yo no puedo ir a un lugar sin que me inviten.

Es una ciudad encantadora, me gustaría dirigir un equipo como Holguín, que hace casi 15 años que no gana nada, pero hasta ahora, no he tenido ningún contacto con nadie, ni me han solicitado el servicio.
 
Aspira Mambrini dirigir la selección nacional de Cuba.
 
Ese siempre ha sido mi sueño desde que llegué en el 2015, cuando muchos me tildaron de loco y hoy por mis resultados me han dicho que puedo, me lo ha dicho el pueblo, la prensa, pues entonces me lo he creído.
 
Si le dieran a su cargo la dirección del equipo Cuba. ¿Qué cambiaría?
 
Casi todo. Yo aplicaría el concepto de Revolución del Comandante y cambiaría todo lo que deba ser cambiado. Primero estimular más a los jugadores para que sean más patriotas, más revolucionario, que no piensen en viajar solamente para poder quedarse.

Prefiero quedarme con jugadores de la media, que con un líder que piense solo en el viaje o en el teléfono. Yo me los llevaría a Roma a entrenar, pero habría que cambiarle la mentalidad. Como se hizo en el 93, cuando un equipo cubano desarrolló partidos amistosos con la Fiorentina, con el Pisa FC, con la Roma y cuando regresó la selección de Cuba, alcanzó buenos resultados en las competencias internacionales.

Lo que no veo objetivo es enfrentarse a República Dominicana o Nicaragua, con el mayor respeto que merecen, pero ganando o perdiendo, nuestro equipo, no crece. Debemos jugar con equipos superiores para realizar trabajos importantes que permitan trazar objetivos.

Los cubanos están cansados de ver perder a sus equipos. Yo estoy seguro que aquí se disfrutará más ver ganar a Cuba una copa de Oro o un torneo importante de la región, que ver ganar al Barcelona o el Madrid un campeonato más. Pero si no le damos la oportunidad de hacer las cosas bien, pues el mismo cubano hablará mal de su propio fútbol.
Flabio Gutiérrez Delgado
Author: Flabio Gutiérrez Delgado
MÁS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
Licenciado en Comunicación Social. Soy un ferviente apasionado del mundo deportivo, atrapado por la magia del fútbol, pero no descuido la cultura general y siempre estoy dispuesto a aprender algo todos los días, cuando no lo hago, siento que he perdido el tiempo.

Escribir un comentario

Comentarios  

# Abel 03-05-2020 15:15
Falta que le hace a la Liga Cubana de Fútbol tres o cuatro Mambrini, muy bien que le vendría a Holguín contar con los servicios de un técnico como él.
Responder