La muchacha de ojos verdes

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camarera el bosque 1Yanet Ochoa Céspedes fue una de las Personalidades de la provincia de Holguín reconocidas en 2021. Fotos: Alexis del Toro

Ella constituye una muestra de que la alegría, la risa perenne, el desenfado y la juventud no están reñidos con la responsabilidad y ser ejemplo dentro de un colectivo laboral, en el seno familiar y hasta en el barrio.

Esta muchacha, de ojos verdes desafiantes y figura de las Criollitas de Wilson, es, a decir de su jefa inmediata, “la voluntariedad hecha persona”; lo ha demostrado en los dos últimos años, aunque desde pequeña dio señales de que esa cualidad no la abandonaría nunca.


Porque Yanet Ochoa Céspedes, camarera de habitaciones en Villa El Bosque y una de las Personalidades de la provincia reconocidas en 2021, fue de las que no titubeó en dar su disposición para ir a zona roja, cuando la instalación devino en hotel hospital, en los momentos más cruentos del rebrote de la COVID-19, en la ciudad de Holguín.


En esa etapa de zozobra y hasta de miedo, la joven de 32 años de edad, dijo: “cuenten conmigo”, a pesar de que sabía estaría largo tiempo sin ir a la casa, pues por protocolo, luego de permanecer 14 días de manera directa en la atención a los enfermos debería estar similar período en un centro de aislamiento, es decir, casi un mes fuera del hogar y tras un breve descanso volver al mismo ritmo de trabajo, de acuerdo con lo establecido en ese momento.


camarera el bosque 2Llegó en 2018 a “El Bosque” a través de contrato determinado como posible trabajadora fija, plaza que fue ganando poco a poco a fuerza de tesón y con su actitud .

Estaba consciente que atrás dejaba a sus dos hijas adolescentes y a la madre enferma, quien no obstante sus achaques apoyó la decisión de la hija y cuidó la retaguardia para que ella cumpliera con el deber. “Ana Julia, mi mamá, siempre ha sido incondicional conmigo; es mi fuerza y mi todo, por ella he llegado hasta aquí, porque soy huérfana de padre desde que tenía 13 años”.


Hace silencio y sus ojos se anegan en lágrimas ante el recuerdo de la figura paterna. Despacio seca el rostro, para seguidamente confesar que tras esa pérdida nunca más cantó como solista o en el coro de la profesora Aracelys en las Tribunas Abiertas y muchos actos políticos, celebrados en la provincia durante su paso por la enseñanza primaria y secundaria.


Esta falta también apresuró un poco la vida de Yanet, quien ya a los 16 años tuvo en sus brazos a su primera hija, lo cual la llevó, en lo adelante, a imponerse retos en la vida, como hacerse técnico medio en Bibliotecología, para luego comenzar a trabajar y ayudar en el sustento del hogar.


Fue bibliotecaria en centros educacionales, trabajó en un círculo infantil y en TeleCristal, como parte del grupo de Seguridad y Protección, hasta que un buen día, ya con dos hijas bajo su cuidado, optó por un curso en el Centro de Capacitación del Turismo en Holguín (Formatur), donde se formó como camarera.


“Primero limpié áreas libres en el hotel Pernik, donde también me inicié de camarera de habitación. Allí me enseñó mucho Vilma, la ama de llaves. Con ella logré captar la ¨gracia¨ exacta que debe distinguir a los que se desempeñan en este oficio, requerido de empeño y su toque especial, pues no es limpiar, por limpiar.


“Se debe ser rigurosa en la higienización del cuarto y baño; convertir toallas o sábanas en los más disímiles animales para adornar ese íntimo espacio; buscar flores y colocarlas en los lugares más apropiados; estar atenta de cuándo es el día de cumpleaños o de una fecha especial del cliente, para dejarle constancia de que estamos allí para servirle y hacerle pasar una buena estancia”, afirma.


Con esa lección de vida llegó en 2018 a “El Bosque” a través de contrato determinado, como posible trabajadora fija, plaza que fue ganando poco a poco a fuerza de tesón y con su actitud hasta que en 2020 se hizo realidad su sueño: ser parte de la plantilla de este centro, donde se ha crecido profesionalmente hasta ser distinguida como Personalidad de la provincia, una de las cuatro representantes que tuvo el Ministerio del Turismo en 2021.


Distinción lograda por la joven a partir de lo hecho de enero a diciembre en el hotel hospital en que se convirtió esa instalación de Islazul. Su típico uniforme de camarera lo cambió por traje verde, sobrebata, doble nasobuco, careta, guantes, gorro y otros medios de seguridad para poder entrar a las habitaciones y efectuar las labores de limpieza.


Allí ha atendido a extranjeros de varias naciones, viajeros y también a niños. Comenta muy quedo, que ha sido dura la labor y sigue siéndolo, porque son enfermos a los cuales hay que atender como tales, no como “bombas andantes”, a pesar de saber que el menor descuido puede costar caro, llevarla a ser un paciente más y lo peor transmitir el virus en la casa, donde están sus dos hijas y madre.


Por eso ha sido extremadamente rigurosa y disciplinada en los quehaceres, pues aunque no se puede decorar las habitaciones como están acostumbrados, sí es preciso poner empeño en la manera de limpiar e higienizar cada rincón de los locales y utensilios utilizados por las personas que permanecen allí.


Momentos tristes ha vivido, aunque también muchas alegrías, al ver salir recuperados a los enfermos, sobre todo a los niños, porque para ellos es más difícil comprender las medidas y cumplir los protocolos previstos, para evitar el contagio.


Yanet es de pocas palabras y cuesta develar detalles imprescindibles para narrar su historia. Dice que le gusta más trabajar, a hablar de su persona, por eso la ayuda llega de Lilian García, la ama de llaves de Villa El Bosque, quien la hace sacar los colores del rostro al resaltar las múltiples cualidades de la camarera.


“Es una excelente trabajadora en el colectivo, que incita a los demás a fomentar la unidad y el compañerismo. Son cuatro camareras y en su turno una vez culmina ayuda a las otras y, además, es muy preocupada y siempre se la ve atenta a resolver los problemas tanto de su área como de otras”, dice.


Por esa responsabilidad, más de una vez, a Yanet le ha correspondido quedarse al frente del departamento de amas de llaves de la Villa en ausencia del cuadro centro, con despliegue de iniciativas y eficiencia en el cumplimiento de la tarea y de los protocolos de higiene bioseguridad establecidos.


Es muestra de lo que ya representa para esta muchacha “El Bosque”, donde según su confesión, ha logrado ampliar sus conocimientos de manera integral y actuar como corresponde a una camarera de habitación tanto en situación normal, como la excepcional vivida por la pandemia.


Con esa misma responsabilidad Yanet se proyecta en el hogar, donde es timonel, llevando a puerto seguro el hogar con la educación de sus dos hijas, una estudiante de preuniversitario y la otra de secundaria básica; además del cuido de su madre, quien le propicia tranquilidad, aunque cuando ella llega a la casa toma los quehaceres de la cocina y lo que sea necesario cumplir.


Y por si esto fuera poco, esta joven lleva su liderazgo hasta su radio de acción en la comunidad, de ahí que sea la Presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de la cuadra, donde goza de simpatía y respeto entre sus vecinos.


Una última pregunta a Yanet: ¿Cómo te defines?, la respuesta llega acompañada de una amplia sonrisa: “Trabajadora, tranquila; aunque unas veces alocada, porque siempre ando riéndome, pues para mí no existen tiempos malos”.

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