Aprender de los errores
- Por Hilda Pupo Salazar
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Ahora que cada vez hay más jóvenes emprendedores no deben temer a cometer errores, al contrario, ayuda a determinar la capacidad de arriesgarse en momentos complejos; quien no da traspiés nunca intenta nada nuevo y pierde una excelente oportunidad para aprender y avanzar.
Son más los estudiosos quienes señalan que las equivocaciones son nuevas herramientas en el proceso consciente de aprendizaje, con un alto impacto, sobre todo, en la autoevaluación y en el control personal para cada decisión. Hoy nadie está a salvo de cometer errores.
Esto nos enseña sobre las complejidades de cada día, nos ayuda a sopesar lo que deseamos y entender el valor del triunfo y cómo apartar frustraciones, muy relevante para poder desandar esta vida.
Realmente errar es un paso previo al aprendizaje, pero debes aprovechar la enseñanza y el costo de la libertad al decidir, con el coraje de reconocer la acción realizada.
Si quieres aprender de los errores requieres cambiar la percepción que tienes de ellos, dominar las emociones, sin decisiones precipitadas, ni que la ansiedad decida, con mayor autoexigencia, empleo de la ciencia e innovación, como constantes aprendizajes del presente y siempre con la capacidad de ser autocrítico y flexible ante el dilema: “ensayo -error”.
El miedo a equivocarte no puede frenar ni evitar asumir el riesgo, aunque te motiven a tener cuidado de la peligrosa experiencia de otros de “tropezar dos veces con la misma piedra”.
Aprender de los errores es hacer de ellos una lección para realizar mejor tus planes, como un valor que se aporta a los demás, porque incluso, en ocasiones, los tropiezos que se cometen son apenas perceptibles, de consecuencias mínimas y sencillos de reprenderlos.
En cualquiera de las circunstancias, jamás te castigues por los resultados nocivos de las decisiones, eso no resolverá nada. Establece las nuevas estrategias y aprende a ser amable contigo mismo.
Ya lo sentenció una de las grandes leyendas del cine, Charles Chaplin: “Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme”, para el pensador y educador chino, Confucio: “ Cometer un error y no corregirlo es otro error”. Un proverbio oriental para motivar sugiere: “Si te caes siete veces, levántate ocho”.
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