Gotas rojas que valen oro
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Porque la sangre humana es insustituible en procedimientos médicos y otros muchos tratamientos, para nada se exagera si se afirma que las transfusiones y los hemoderivados salvan millones de vidas cada año, por lo cual es imprescindible lograr sensibilizar a muchos sobre la importancia de contribuir, consecuentemente, en esta tarea en aras de cuidar la salud de las personas.
Este fue uno de los motivos que llevó a la OMS a establecer desde 2005 el 14 de junio Día Mundial del Donante Voluntario de Sangre, para además de agradecer a los que regularmente extienden sus brazos y hacen su aporte en bien de los demás, “concienciar sobre la necesidad permanente de donar sangre con regularidad, con el fin de garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y hemoderivados para quienes los necesitan”.
También, es para lograr que, cada vez más, otras personas aptas se incorporen a la noble tarea, con la cual se garantizan reservas estables y suficientes en los bancos y en hospitales, de esta manera se contribuye a lo más preciado: salvar vidas.
El 14 de junio lo escogió la Asamblea Mundial de la Salud, máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud, para mostrar el agradecimiento de la sociedad hacia los que de manera altruista posibilitan esta tarea, fecha en la cual se conmemora el nacimiento del patólogo y biólogo austro estadounidense Karl Landsteiner, quien descubrió los grupos sanguíneos ABO, sistema que se usa para agrupar la sangre humana en diferentes tipos, de acuerdo con la presencia o ausencia de ciertos marcadores en la superficie de los glóbulos rojos.
Los cuatro tipos principales de sangre son A, B, O y AB, por lo cual es importante y necesario conocer que para una transfusión se emplea el sistema de grupos sanguíneos ABO, para hacer coincidir el tipo de sangre del donante con el del receptor, por eso resulta trascendental que conozcamos el nuestro.
Por ejemplo, personas con sangre O- (donantes universales) pueden donar a los del A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-. El O+ (positivo) consigue entregar a casi todos los mismos tipos, a excepción del O-; en tanto que los individuos del tipo AB aceptan de todos y se conocen por “receptores universales”, mientras que los del tipo A o B pueden recibir del mismo tipo de la propia sangre o del O.
Conocido este importante detalle, también es oportuno estar al tanto de otros aspectos que rompen mitos alrededor de las donaciones de sangre. En primer lugar, las personas aptas y que cumplen los requisitos necesarios pueden someterse a este procedimiento más de una vez al año, de igual manera es falso que las extracciones debiliten.
Al respecto, especialistas aclaran que durante una donación se sacan aproximadamente 450 mililitros de sangre y el cuerpo humano tiene entre 4,5 y 6,0 litros de este líquido corriendo por sus venas, que el organismo produce periódicamente, por lo que la cantidad extraída se estabiliza rápido.
Otras de las leyendas alrededor de este procedimiento médico es que el proceso es doloroso; sin embargo, los que llevan años incorporados a este Programa Nacional del Ministerio de Salud Pública en Cuba afirman todo lo contrario y aseguran, además, que es rápido; no tiene complicaciones, pero si por casualidad se sienten mareos se debe en lo esencial a la emoción de ese acto, que pasa una vez se descansa unos 15 minutos.
De igual manera, es incorrecto pensar que no se puede donar sangre si tiene tatuajes o perforaciones en el cuerpo, lo que sí debe esperarse un año después de habérselos hecho, con ese tiempo y los estudios que se realizan a la sangre extraída se puede detectar cualquier condición que amerite desechar el líquido.
Tampoco estar menstruando impide donar, siempre que la mujer se encuentre en buen estado de salud; ni haber tenido hepatitis cuando niño. Si la que padeció fue la del tipo A, sí está apto, no así en los casos de la B o C.
Donar sangre no engorda ni debilita y menos contagia ninguna enfermedad y no es necesario ayunar para acudir al Banco, pero sí es recomendable beber de 450 a 500 mililitros de agua antes de este procedimiento.
Hoy por hoy, es un imperativo garantizar las donaciones de sangre voluntarias en la provincia para así lograr respaldo de este producto, pues para cirugías, tratamientos y otros diversos procedimientos médicos, la sangre que llega al Banco Provincial y centros de recolección sigue siendo demasiado poca para la demanda que hay de ella en programas tan importantes como el Materno Infantil y el de atención a pacientes oncológicos, trasplantes de órganos y accidentes, hemorragias y quemaduras.