Resolver en paz el problema
- Por Hilda Pupo Salazar
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Es necesario estimular el diálogo para solucionar conflictos desde la niñez, que inicia con el tratamiento de la familia para requerir hasta la más simple travesura, sin ningún tipo de violencia, incluso ni la gesticular.
Hay que insistir mucho que el problema, por muy complejo que sea, requiere solucionarse a través del diálogo, modelo significativo con la participación activa de la comunidad y, esencialmente, la escuela.
Para resolver cualquier dilema es necesario conversar sin obcecarse y activar la decisión de hacerlo desde lo consciente, fruto de la educación familiar y escolar para expresar, sin ambages, sus sentimientos, necesidades, respeto, flexibilidad y total cuidado.
Fundamental para este propósito, desde la infancia, es cultivar valores como: equidad, colaboración, solidaridad, amistad, emancipación personal y la toma de decisiones, así como evitar la discriminación, intolerancia e indiferencia,
Todo exige mantener un buen ambiente desde una disciplina apropiada, tanto en la familia, escuela como en la sociedad para no admitir la violencia, con las normas básicas de convivencia.
Muy importante constituye saber no ignorar el problema, sino abordarlo desde una comunicación efectiva, escucha activa, entender el daño a los demás y expresar, respetuosamente, tus puntos de vistas sobre la complicación en cuestión, con total claridad y sin la más mínima prepotencia.
En la realidad de hoy, con diferentes escenarios estresantes: sociales, comunidades, escolares, laborales, familiares fluyen, con más rapidez, los conflictos por un sobresaltado estado de ánimo, que daña el bienestar emocional y propicia más una rápida violencia, sin apelar al diálogo, muy peligroso para una sociedad como la nuestra.
Hay complejidades que conspiran como los actuales eslabones perdidos, vulnerables, adiciones, consumo de drogas ilícitas, diferencias culturales, familias disfuncionales, apremios de afectos, polarización mental, que generan actitudes conflictivas, desde escalofriantes historias de vida.
Por eso es cada vez más ineludible robustecer la empatía, amor, solidaridad, decencia, respeto con las soluciones propias de hoy y actuar coordinadamente, para ir a la raíz de cada situación, desde una óptica educativa, constructiva y positiva, porque la prevención permite actuar a tiempo y de manera correcta para evitar un problema mayor.
Podemos reflexionar con Friedrich Nietzsche, filósofo alemán: “Quien lucha contra monstruos debe asegurarse de que en el proceso no se convierta en un monstruo. Si miras el abismo lo suficiente, el abismo te devolverá la mirada”.
Dorothy Thompson, filósofo estadounidense: “La paz no es la ausencia de conflictos sino la presencia de alternativas creativas de responder a ese conflicto, alternativas a las respuestas pasivas o agresivas, alternativas a la violencia” y Garth Brooks, Garth Brooks, cantante de música country estadounidense: “Los mayores conflictos no son entre dos personas sino entre una persona y él mismo”.