Empatía, te invito a un café

  • Por Yani Martínez Peña
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Hace pocos días, mientras compartía un café en uno de los acogedores patios interiores de los Hoteles E en Holguín con una persona muy querida, le comenté sobre la proliferación de los "deambulantes" por la ciudad, una impresión que no he constatado con datos, pero que puede corroborarse a simple vista, a lo que mi interlocutor respondió: "lo que no me importa, no me importa", una frase que me heló la sangre, y el café.

¿Desalojo en Los Chinos?

  • Por Reynaldo Zaldívar
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Se conoce como Los Chinos a una zona del municipio de Holguín donde abunda la venta de productos minoristas. Viandas, especias, granos y conservas se venden en este lugar desde bien temprano en la mañana hasta que el sol se oculta detrás de los edificios.

A Cuba le hace falta más gente que silbe

  • Por Reynaldo Zaldívar
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La felicidad, a veces, es sentarse a ver el mar, que al regresar a casa alguien te abrace, juntar los amigos. Es gastar de la copa el vino y que al fondo cante la familia, irse de compras, ver en pantalones cortos y por la casa otra vez a los hijos que se fueron, pelar unos boniatos, dormir la mañana los domingos, .

La cultura social

  • Por Hilda Pupo Salazar
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La creciente y desafiante indisciplina social humilla tantos sueños y orgullo de una ciudad con orden, respeto, ética que hasta puede aplastar la bella tradición de la holguinera costumbre...

El de la vanguardia

  • Por Reynaldo Zaldívar
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Hay una foto donde aparece bien jovencito, sin barba. Es 1 de octubre de 1953, en Nueva York. Camilo Cienfuegos trabaja en lo que aparezca. Se fue de Cuba poco antes de la gesta del Moncada. Anda asaltando sus propios problemas personales: dificultades económicas y líos con la dictadura. Cuando Fulgencio Batista dio el golpe de estado, Camilo fue a la universidad a procurarse armas y se la pasaba de protesta en protesta, hasta que se le cerraron las puertas. “Por comunista”, decían.