SOS: Robo de agua
- Por Maribel Flamand Sánchez
- Hits: 2240

Que las indisciplinas sociales están a la orden del día es, lamentablemente, una verdad de Perogrullo. Que su combate está signado por la inacción, la indiferencia y la tolerancia excesiva es otra realidad preocupante, que como efecto dominó, deteriora los valores cívicos y éticos con un consecuente daño moral y material importante.
Podrían señalarse en este texto una lista extensa de acciones y actitudes opuestas a normas y regulaciones, pero el tema que nos ocupa, esta vez, se relaciona con indisciplinas asociadas al uso ilegal del agua, o más claramente, con su robo en cantidades importantes, para usos diversos, lo cual complejiza más la situación del abasto en la provincia, ya afectado por la inestabilidad en la generación de electricidad y otras causas.
Sobre esta situación de desatino por parte de quienes incurren en la ilegalidad, el ingeniero Luis George Ávila Mustelier, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Holguín (Holagua), expresó: “Nuestro servicio depende casi en un 80 por ciento de la electricidad, por lo que ante las afectaciones sistemáticas con la generación y el déficit de combustible se nos atrasan considerablemente los ciclos de distribución del agua, entre otras consecuencias, aun cuando tengamos grupos electrógenos.
“Si a eso le sumamos que nos manipulan las válvulas y nos rompen las conductoras para regar plantaciones de arroz y otros sembrados, dar de beber al ganado, crear pocetas para bañarse y otros usos ilegales, como la instalación de mangueras o tuberías secundarias, se nos agudiza la situación porque el agua no llega a su destino o lo hace con baja presión”.

Hasta la fecha se han visitado los conductos que llevan el líquido a sitios de la capital provincial, como el aeropuerto internacional Frank País y zonas aledañas, el reparto Emilio Bárcenas, las del sur y el este de la ciudad, que conecta con la presa Gibara, y las del embalse Cacoyugüín; igualmente se visitaron tres de estas tuberías en el municipio de Antilla, la de Guatemala, en Mayarí, el Polo Turístico de Guardalavaca y Cayo Saetía. Ante cada deficiencia descubierta se adopta un plan de medidas.
Se revelaron indisciplinas, pero también otras cuestiones que Acueducto y Alcantarillado deben resolver con prontitud, como los salideros en la conductora de Emilio Bárcenas, y el reordenamiento del metraje en la que abastece al aeropuerto Frank País.
La situación del robo de agua a través de las roturas de las conductoras no es nuevo, hay lugares donde se reitera esta indisciplina, asegura Mustelier. En la que alimenta el aeropuerto de Holguín, por ejemplo, se han impuesto multas, decomisado tuberías, retirado servicios de origen ilícito.
Otro caso es la conductora del este de la ciudad, que parte de la presa Gibara. “No entendíamos porqué las bajas presiones ni el poco avance del agua hacia los destinos”, explicó Mustelier. Un total de cinco días el agua puesta para el reparto Villa Nueva, por ejemplo, y no llegaba. Descubrimos que a esta estructura le escarbaron los desagües y construyeron una especie de represa para bañarse. Eso ocurrió, específicamente, en el tramo cercano al basurero de San Rafael, por donde se perdían entre 50 y 60 litros por segundo, volumen equivalente al coeficiente de consumo diario (K 1) de cualquiera de los sectores hídricos de la ciudad de Holguín, que integran entre 4 mil y 6 mil personas”.
Esta situación genera una cadena de problemas, pues hay que arreglar las roturas en medio de carencias de recursos, son reparaciones que demoran días durante los cuales la población está sin recibir el agua. Lo ocurrido en Antilla es otro ejemplo; allí se detectaron roturas en tres conductoras para regar plantaciones de arroz.
Derecho, pero con control
El acceso al agua potable es un derecho constitucional de todas las personas, pero su uso debe ser planificado y ordenado, así lo establecen las normas vigentes, como la Ley 124 de las aguas terrestres. No olvidar que se trata de un recurso cada vez más limitado que tiene al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) como rector de su gestión.
El cuidado de las conductoras, cuya responsabilidad principal recae en el INRH y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, debe ser responsabilidad popular al tratarse de conductos de decenas de kilómetros –la que conecta el río Cauto con la estación de bombeo de la presa Güirabo, por ejemplo, tiene 37 kilómetros-, lo cual resulta una labor dificultosa.
Debe tenerse en cuenta también que detrás de cada uno de estos hechos son miles de personas imposibilitadas de recibir el líquido y se produce igualmente un daño importante a la economía al detenerse procesos productivos por carencia del agua.

Durante un análisis de la situación, Joel Queipo Ruiz, miembro del Comité Central y primer secretario del PCC en Holguín, reflexionó que “si queremos triunfar en esta tarea hay que incorporar al pueblo, a cada ciudadano, no mediante arengas y consignas en reuniones, sino sembrando en cada uno la motivación por ser mejores y llevando por delante el ejemplo personal. Es importante conseguir el rechazo popular a este tipo de indisciplina”.
Consta en la Ley 124 que “la gestión integrada de las aguas terrestres, recurso natural renovable y limitado, requiere de una eficaz planificación, dirigida a satisfacer el interés general de la sociedad, la economía, la salud y el medio ambiente, con el fin de garantizar su preservación en armonía con el desarrollo económico y social sostenible y la adopción de medidas ante los eventos derivados del cambio climático”.
Pero también se establecen correctivos para quienes hagan un mal uso de este recurso o dañen las estructuras que garantizan su uso y conservación, ejecuten cualquier tipo de obra o trabajo destinado a embalsar, derivar, captar, controlar o drenar aguas superficiales, así como infiltrarlas en el manto subterráneo; utilice de manera ilegal, en cualquier volumen, aguas embalsadas en presas como fuente de abasto a la población, a la industria o a la producción agropecuaria e instale tuberías conductoras o líneas eléctricas.
Se establecen acciones punitivas también para quien realice cualquier otra actividad que pueda dañar o alterar el estado técnico de la obra o instalación hidráulica, así como sus zonas de protección.
• La gestión de este recurso natural renovable y limitado, requiere eficaz planificación para satisfacer el interés social, económico, medioambiental y de la salud, es por ello que debemos garantizar su preservación en armonía con el desarrollo económico y social sostenible.
• Esta Ley reconoce el acceso al agua potable y el saneamiento como derecho humano esencial, y el hecho de que las aguas terrestres son de dominio público.
• Establece el uso eficiente y seguro de la infraestructura hidráulica, tales como:
• La planificación y gestión del agua en función del desarrollo económico y social.
• Su uso racional y reutilización.
• La articulación de su gestión con la ambiental y territorial.
• La prevención y reducción de su contaminación.
• El fomento de la cultura de su uso racional, entre otras cuestiones.