Soldados de la construcción
- Por Lianne Fonseca Diéguez
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A los trabajadores civiles de la defensa hay que observarlos de cerca para verles la grandeza multiplicada, esa que porta la Empresa Constructora Militar (ECM) no. 2 de Holguín, adscrita a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
El próximo año esa entidad, perteneciente a la Unión de Construcciones Militares, estará celebrando sus 50 años de existencia, durante los que la calidad y el denuedo han sido sellos distintivos en los servicios que ofrecen de construcción y montaje de obras de arquitectura e ingeniería y de producción y comercialización de materiales.
A favor de la eficiencia con la que se trabaja en la ECM no. 2 hablan indicadores como el salario medio, que asciende a 14 mil 600 pesos, también el sobrecumplimiento del plan en el 2024 y el buen camino que llevan los encargos del 2025, así como el hecho de que más de un centenar de trabajadores, de los mil 250 que laboran en la entidad, hayan sido estimulados con el pago por alto desempeño en el actual año.
Las cifras, sin embargo, no siempre alcanzan para describir la valía de un colectivo. Por eso hay que resaltar, como enfatizó el mayor George Brown Ramírez, coordinador general de la entidad, que llevan los conocimientos y fuerzas más allá del territorio holguinero y también de la faena principal que es construir viviendas. Ahora muchos de ellos, provenientes de diferentes unidades empresariales de base laboran en otras provincias como Granma, dándoles mantenimiento a viales de sitios montañosos; o en Las Tunas en la construcción de un parque fotovoltaico de 21,8 megavatios (MW) y otro eólico.
Brown Ramírez detalló que en días recientes dejaron su impronta en el ya concluido parque fotovoltaico de Providencia, en Holguín, donde hicieron todo tipo de trabajos.
Los trabajadores de la ECM no. 2 concluyeron antes de lo previsto el parque fotovoltaico Providencia, ubicado en el municipio de Holguín.“Este es un colectivo aguerrido. No tenemos horario. Empezamos y hasta que no se cumpla la tarea no se para”, subrayó.
A una administración eficiente la acompaña un sindicato de armas tomar, que al decir de Elizabeth Fuxá Batista, dirigente obrera y de legada directa a la Tercera Conferencia Nacional del SNTCD, trabaja por el reconocimiento moral y material de sus afiliados, proyecta el empleo de las utilidades para la reparación de viviendas y la recreación de los trabajadores y sus familias, organiza donaciones de sangre, impulsa un área de autoconsumo y atiende a Casas de Niños sin Amparo Familiar.
No extraña entonces que de este centro surgiera el Héroe del Trabajo de la República de Cuba número 11 de Holguín, el compañero Reinaldo Parra Ávila, fallecido el pasado año; y que abunden hombres como el electricista Maximiliano Drig Noris, que entró a sus 17 años y va camino a los 68 en la empresa que hoy define como su vida.
El 19 de septiembre de 1971 nació el Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de las FAR. Posteriormente, el 12 de noviembre del 2001, se realizó el Congreso Constitutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de la Defensa (SNTCD), que a partir de ese momento representaría también a los civiles del MININT.
Su creación resultó un hecho inédito en la historia de nuestro movimiento sindical, pues nunca antes una institución armada en Cuba estuvo representada en un sindicato. El SNTCD tiene amplia membresía y fuerte representación en casi todos los sectores de la producción y los servicios, así como un destacadísimo contingente de innovadores y racionalizadores que responden a urgencias de la economía.
El mártir que representa al sindicato es Emilio Bárcenas Pier, combatiente del Ejército Rebelde en el Segundo Frente Oriental Frank País, caído en combate el 30 de julio de 1958.