Somos y seguiremos siendo médicos del alma
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Mala Noche, comunidad intrincada del municipio de Calixto García, fue su primera prueba de fuego. Después tuvo otras no menos complicadas: Zimbabue, país del interior del sur de África; Bolivia, Venezuela y más reciente Brasil, donde permaneció tres años hasta regresar con fin de misión hace apenas una semana.
El doctor Alfredo recibió condición de Ciudadano Honorable, por secretario de Salud .
En el lomo del caballo de un campesino de Mala Noche se le vio recorrer por senderos angostos en busca de sus pacientes en los años más difíciles y fuertes del periodo especial, desde 1994 hasta principios del siglo XXI. Como un montuno más de la zona, desde su consultorio médico curó males, previno enfermedades y se hizo especialista en Medicina General Integral (MGI). Fueron ocho años inolvidables, como los son ahora, en este momento de recuento, para el doctor Alfredo Aguilera Jardines sus tres años de permanencia en Capinzal do Norte, municipio brasileño del Estado de Maranhao.
Al gigante suramericano llegó en 2015 como parte del Programa Más Médico para Brasil. “Estuve casi un mes en Brasilia, donde sucede como una etapa de familiarización con el país, de muchas reuniones con representantes de Más Médicos de la parte cubana y brasileña para informar las más mínimas particularidades del lugar donde vas a trabajar.”.
“Sabíamos que estábamos allí por un contrato del Ministerio de Salud Pública con la Organización Panamericana de la Salud y no a título individual, lo cual nos hacía cumplir con lo pactado, porque-, aclaro- nunca hemos ido a ningún país por intereses malsanos, siempre movidos por la necesidad de asistencia médica de personas menos favorecidas”.

Al doctor Alfredo lo ubicaron en Capinzal do Norte, ciudad y un municipio del estado de Maranhão, con cerca de 11 mil habitantes. Para este holguinero de abultada hoja de misiones, desde su llegada a ese pueblito del interior se sintió como pez en el agua, porque la manera de ser de su gente es muy parecida a la del cubano. “Son jaraneros, dados al saludo, serviciales, si no fuera porque hablan otro idioma, sería como estar en cualquier campo de Cuba”.
Por eso hoy, a este galeno, desde la sala de su casa en el reparto Nuevo Llano, lo embarga un sentimiento encontrado. “Quería regresar para estar en mi tierra con mi esposa de 30 años de unión, mis dos hijos gemelos y nietos, en fin con la familia, mi gente; pero por otra parte hubiera querido quedarme. Siento la necesidad de estar allí, porque sé que me extrañan y yo también a ellos. Y lo más fundamental, requieren de médicos para su atención. Allí nunca habían tenido un profesional de la salud a tiempo completo”.

En la Unidad Básica de Salud Anastasia Duarte Lima, donde había un equipo de trabajo integrado por enfermera, técnicos y agentes comunitarios de salud, entre otros, Alfredo era el único cubano, cuya función principal era asistir desde el consultorio a la población de lunes a jueves en el horario matutino y por la tarde realizar labor de terreno, pero además, los viernes tenía incluido, como uno de los acuerdos del contrato del Programa Más Médicos, vencer un curso de especialización o maestría de cerca de dos años.
“Eran clases de ocho horas por Internet todos los viernes. Nos enviaban materiales, bibliografía y cuestionarios para estudiar y después, semestralmente, debíamos someternos a pruebas presenciales escritas y presentar una tesina.
Las evaluaciones eran semanales, lo que nos exigía estar siempre estudiando, además de eso un supervisor de Más Médicos nos visitaba todos los meses y se entrevistaba con el secretario de salud del municipio para controlar cómo funcionaba el consultorio y cuál era el comportamiento del médico”.
En los tres años del doctor Alfredo en Capinzal do Norte no hubo muerte infantil ni materna y logró que los lugareños aprendieran a subirse a la camilla de reconocimiento, dejaran atenderse exhaustivamente y supieran que ellos eran pacientes y no clientes.
“Cuando empezamos el que entraba al consultorio se sentaba distante de nuestra mesa como si estuviera en una oficina. Entonces, yo iba y acercaba la silla a nosotros, como hacemos acá, pero al otro día sucedía igual, por lo cual optamos por solicitar un rollo de esparadrapo para fijar el asiento a la pata de nuestro buró. Así resolvimos el problema”, narró mientras sonreía pícaramente de su travesura.
De los primeros meses recuerda, que personas de 70 y 80 años se asombraban de verlo llegar a su casa, porque “nunca habían visto un médico de cerca y menos en la puerta de sus humildes hogares de piso tierra y techo de zinc”.
Pocos sabían que al paciente hay que hacerle un examen clínico, interrogarlo sobre dónde le duele o qué tiene, palparle la barriga a la embarazada y realizarle un examen exhaustivo por el bien de ella y su feto o que el recién nacido requiere de seguimiento mensual y diferentes pruebas para lograr un desarrollo sano.
Por estos detalles y otros muchos, es que a Alfredo, como a los otros tantos galenos cubanos incorporados al Programa Más Médicos, les incomoda que el presidente electo de esa nación suramericana expresara en más de una ocasión, que no sabía si ellos eran médicos o albañiles y que al hablar sobre las doctora cubanas dijera despectivamente: ¨Esas mujeres vestidas de blanco que no sabemos quiénes son. No nos reconoció como profesionales y su trato fue y es irrespetuoso para los que llenamos de amor y salud más de 700 municipios de Brasil¨”.
Sobre el controvertido tema de la reválida del título a los médicos cubanos exigida por Jair Bolsonaro, el holguinero explicó: “Ciertamente, en Brasil está establecido que el médico formado fuera, hasta los nacionales que estudian fuera, tienen que enfrentarse a un examen de competencia de desempeño, pero qué pasa, cuando se lanza el Programa Más Médicos Brasil no logró completar sus necesidades y proyectó la convocatoria para todos los médicos, pero si mantenía esa condicionante eso tomaría más de un año. Entonces el Consejo Médico y Ministerio de Salud de allí decidieron obviar ese término”.
“Pero lo más criticable es que cuando Bolsonaro se refiere a la reválida solo lo hace sobre los cubanos, pero no menciona a otros colegas de diferentes naciones, como Argentina, Perú, Ecuador y Bolivia en ejercicio a través del Programa, el problema somos nosotros y para nadie es un secreto cuál es el motivo.
“En Brasil la carrera de Medicina es muy costosa solo la pueden sufragar los hijos de los ricos, por eso muchos estudian en otros países y al retornar se incorporan a Más Médicos, para tener tiempo para prepararse y posteriormente presentarse al examen”.
Otro asunto que aclara enfático el doctor es acerca del pago a los colaboradores. “Mi esposa acá en Cuba mes a mes recibió mi sueldo íntegro, mil 460 pesos, además mi plaza estaba y está esperándome en el policlínico Máximo Gómez y allá en Brasil, nosotros conocíamos que no íbamos a recibir un salario, tendríamos un estipendio para nuestros gastos por la labor como médicos de la atención primaria de salud”.
Podríamos seguir conversando por horas con el doctor Alfredo, quien no escatima palabras en su charla amena y llena de historias. Lo invito hacer un alto, porque ya no hay más espacio en la página. Sonríe y solo pide mostrar algunas de sus fotos en Capinzal do Norte y un mensaje guardado en su móvil. Lo firma Érica, la enfermera brasileña que lo acompañara durante sus tres años por allá: “Doctor, que triste ya no puede volver”, seguido de carita triste. Y concluye: “Ellos tuvieron la esperanza de que regresaría”.
Comentarios
Los médicos del Pico Turquino, primeros formados por la Revolución. como se les conoce, en su etapa de estudiantes fueron elementos vinculantes con el estudio y la defensa de la patria, ya que militarme participó en los acontecimientos más importantes de la patria amenazada por sus enemigos de dentro y de fuera. Los primeros internacionalistas que fueron Argelia; los Héroes del Évora. Los médicos que estuvieron con el CHE en el Congo y en Bolivia. Los de la Brigada de Salvamentos internacionalista. Los del Servicio Médico Social Rural en Cuba. Y todos los colaboradores por el mundo, y ahora los de Brasil, que fruto a un nuevo presidente Capitalista, Neoliberal, Fascista, por una línea de principios de nuestro Proceso Revolucionario, se ha cancelado este servicio y queda una población abandonada. Es mucha la gloria que le han dado, le dan y le seguirán dando, nuestros trabajadores de la salud a la patria. ''“Pero lo más criticable es que cuando Bolsonaro se refiere a la reválida solo lo hace sobre los cubanos, pero no menciona a otros colegas de diferentes naciones, como Argentina, Perú, Ecuador y Bolivia en ejercicio a través del Programa, el problema somos nosotros y para nadie es un secreto cuál es el motivo.'Este presidente fantoche, es una prueba elocuente, Amiga Lourdes, del pensamiento del neoliberalismo; que algunos lamentablemente apuestan. EL mayor respeto para esos brillantes, galenos, que tanata historia han hecho.