Mi ciudad la extraña
- Por Milo García Muñiz / Estudiante de Periodismo
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"Me voy" -me dijo-, no me lo creía y hasta me reí, pero era cierto, tan cierto que era incapaz de decirle una sola palabra; nunca había experimentado esa sensación de vacío a causa de una despedida.
Ella no solo dejaba un país, dejaba sus amigos, sus mascotas; los parques llenos de anécdotas, las calles sin asfalto, a mí.
Muchas preguntas en mi cabeza ¿Qué voy a hacer ahora sin mi mejor amiga? ¿A quién le contaré mis secretos? No sabía que se podía extrañar a alguien teniéndolo al lado; aún no partía, pero ya sentía su ausencia. El adiós llega, cuando no estamos listos, aunque siendo sincera, nunca lo estamos.
Mostrarme triste frente a ella, no era una opción, quería transmitirle mi contento porque al fin estaría donde quería. Ante ella la risa, por su nueva vida, pero sin sonar egoísta, lo hacía sin un atisbo de felicidad.
Se fue sin despedirse, pues "las cosas se dan, si no se las comentas a nadie", y así fue. Me desperté con la noticia de que ya no estaba. Fueron días de nervios, donde sin ser una gran creyente rezaba, para que todo le saliera bien. Así fue, llegó sana y con ganas de salir adelante.
Con ella se fueron todos los planes de una tarde; los sueños de un futuro se destruyeron ¿Dónde quedó aquel viaje que haríamos? ¿La promesa de mudarnos juntas a la capital? La esperanza de que fuera la tía de mis hijos y de que estaría presente en cada función de mi vida, pero el escenario está vacío y ya no se escuchan sus aplausos.
Me quedé con las ganas de seguir creciendo juntas, nos faltaron años, nos faltaron vidas. Es verdad, aún quedan las redes sociales ¿pero qué es un mensaje comparado con la compañía? Todos sabemos que la distancia hace de las suyas y solo deja recuerdos.
Conozco a nuevas personas y tengo miedo de permitirles entrar a mi vida, me da miedo encariñarme para luego tener que dejar ir. No quiero que sean solo capítulos en mi vida, quiero que sean mi historia.
Nunca había entendido tanto a Carlos Varela con su "Foto de Familia", nunca me había identificado tanto con Habana Blues y su trama, duele identificarse, duele que las letras y las historias se hayan vuelto tan personales.
Pero, lo peor no es una despedida, ¡claro que no!, lo peor es la incertidumbre de no saber si volveré a verla. No sé manejar esta situación, no sé controlar la duda de si será un hasta pronto o un hasta siempre. No sé si un día me encontraré con ella, si la amistad seguirá con el pasar de los años, no sé nada.
Ahora tengo un nuevo miedo, le tengo fobia al adiós, no quiero escuchar más un "me voy", no quiero más despedidas, no quiero acostumbrarme a la distancia, no quiero perder más amigos. Mis calles no pueden quedarse vacías. Le falta un pedazo de ella a mi ciudad, mi ciudad la extraña.
Comentarios
Muchas felicidades y buen año 2023.