Vuelve Celestino
- Por Rubén Rodríguez González
- Hits: 764
Vuelve el Celestino a las puertas del verano y su color. Recuerdo el espaldarazo que significara lograrlo en la primera convocatoria y todo el impulso que me diera, en materia escritural, en un momento de inseguridades juveniles y procrastinación, cuando me sentía mediocre y huérfano de historias. Aunque el escritor y sus fantasmas es un tópico bastante socorrido en este mundo.
En un cuarto de siglo, el concurso auspiciado por Ediciones La Luz y la sección de literatura de la AHS en Holguín, ha crecido en convocatoria y propósitos. Se ha convertido en un evento ambicioso en cuanto a la amplitud de su programa, las manifestaciones artísticas que aglutina y la calidad de las obras que premia y publica.
Todo escritor joven, y utilizo sin pudor el “todo”, anhela ganarse el Celestino y publicar con La Luz. Algunos, incluso conocidos y con obra publicada, repiten hasta que lo logran, y lo confiesan orgullosamente. A unos, nos cambió la vida, ofreciéndonos inusitadas perspectivas; a otros, les reafirmó en su carrera; fue una raya más en el pelaje de ciertos “tigres”.
La colección de hermosos cuadernos impresos a través de los años ofrece evidencia de esa luz tangible, como testimonio del quehacer de más de una generación de autores y que abarca un diapasón de estilos y tendencias. En la cartografía de eventos del año cultural holguinero, el Celestino sigue destacándose como su certamen más importante, con reconocimiento nacional.
La Luz lo hace de nuevo y ha organizado su austera edición 26, que se extiende del martes al viernes próximo, con el cinto apretado e inusual falta de apoyo. Como cada año, la dedican a efemérides literarias; esta vez las relacionadas con el centenario del natalicio del escritor japonés Yukio Mishima y de la publicación de la novela El proceso, de Franz Kafka y los 20 años del deceso del narrador gibareño Guillermo Cabrera Infante, ganador del premio Cervantes, al igual que Alejo Carpentier y Dulce María Loynaz.
Los paneles arrancan el día 10, con la peña Oda a la joven luz, que abordará la vida y obra del brillante escritor, pretendido samurái y fallido suicida japonés, cuya novela El pabellón de oro publicara la editorial Arte y Literatura. Le sigue, el 11, el espacio destinado a la figura del atormentado autor alemán, cuyo peculiar estilo narrativo y tratamiento crítico de lo social permitieron acuñar como adjetivo su sello. Lo kafkiano caracteriza el contexto actual.
El panel del 12 será sobre aquel que firmaba sus geniales críticas de cine con el seudónimo de Caín y cuya novela Tres tristes tigres se encuentra entre las grandes obras de la literatura nacional. Se realizará en su natal Villa Blanca, donde habrá lecturas de narrativa, al igual que en días anteriores en el Centro de Comunicación Cultural La Luz y la Casa del Joven Creador.
En este sitio se presentará, además, el libro Las respuestas saben volar / Mamidela, con textos de R. Rodríguez y Liset Prego e ilustraciones de la talentosa Dagnae Tomás. El cuaderno ideal para colorear se presentó en la pasada Feria del Libro y fue publicado por Ediciones La Luz en su colección Espejo, para público infantil.
El viernes 13, prescindirá de su carga simbólica tenebrosa para acoger la premiación del XXVI Concurso de Cuentos Celestino, cuando se conozca el fallo del jurado que integran los destacados narradores Reynaldo Montero, como presidente; Roberto Méndez y Martha Acosta. En una semana, un nuevo autor, entre los 23 narradores que mandaron sus obras desde varias provincias, se añadirá a la nómina del codiciado galardón.
El personaje literario cuyo nombre lleva el certamen le mirará satisfecho desde el fondo del pozo y el equipo creativo de La Luz, que se ha partido el lomo organizando la jornada, podrá descansar satisfecho de haberlo dado todo una vez más.