Amor hacia la familia
- Por Hilda Pupo Salazar
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Los rompe grupos son esas personas que con sus chismes o comentarios malsanos, dividen y crean fricciones en cualquier escenario.
Lo mismo puede suceder en centros laborales, barrios, casas o familias... Me referiré a esta última, porque desgarrar la unidad de los consanguíneos o los legales (tíos políticos, padrastros, madastras, concuños, cuñados o primos postizos), es un verdadero dolor de cabeza para la buena convivencia.
Hay quienes sienten placer en lograr enemistar y fabrican historietas inverosímiles, con el único objetivo de descaracterizar falsamente al calumniado y conseguir aliados para el rechazo de otros.
Las familias coexisten en diferentes situaciones que pueden destruirlas cada día. ¿Cuántas veces has pensado que la tuya se está autodestruyendo? Me refiero a problemas de desintegración real: incomunicación, envidias, violencia, olvidos, insensibilidades, ambiciones e hipocresías, entre otras.
Pese a que la vida también está llena de momentos maravillosos, la mayoría de las familias pasamos por momentos difíciles. Cuando no sabemos cómo no sabemos enfrentarlos, corremos el riesgo de iniciar la autodestrucción.
Ese grupo es para ayudarse, cuidarse y apoyarse, no para atacarse. Admiro a quienes tenían un miembro enfermo, debía ir a la Habana a operarse y prestan todo tipo de ayuda. ¡Cuánta bondad!
Bajo el mismo techo suceden disímiles cosas que enfrentan a los consanguíneos, entre ellos discutir, faltarse el respeto y hasta vociferar obscenidades. La escasez de dinero o el exceso de bienes, son otros motivadores de serios problemas. Ya sea por penuria o excesos, la solución debe ser siempre: humildad, amor y sana comunicación.
Una familia funcional es un grupo de personas unidas por vínculos consanguíneos o por afinidad, que se relacionan desde el cariño, apoyo mutuo, respeto y consideración. Sin embargo, no siempre es así, hay parientes que se distancian física, afectiva y hasta emocionalmente, se ofenden, olvidan y son incapaces, cuando hay problemas, de ocuparse.
La familia es lo más importante para nosotros, es donde nuestra vida comienza, son quienes nos llenan de amor, consejos, momentos bellos, palabras únicas y lecciones. Es el regalo más bonito, sobre todo, si se mantiene unida.
Podemos reflexionar y consolidar nuestros criterios: Una buena familia es el mejor regalo que puedes tener para ser feliz, reza una Frase Anónima, mientras para el periodista estadounidense, Charles Kuralt: “El amor hacia la familia y la admiración de los amigos es mucho más importante que la riqueza y los privilegios”.
