La triste historia de una calle holguinera

  • Hits: 10070
Calle Martires 01"Mártires" es una de las principales arterias de la ciudad que marca el pulso de la vida citadina. Foto: Alexis del Toro
 
“Mártires” puede ser todo, menos una calle triste. Es una de las arterias más céntricas y bulliciosas de la ciudad de Holguín. Sin embargo, muchas veces ajena a los cientos de peatones y choferes que a diario la transitan, se esconde una lúgubre historia.

Tras el estallido de la Guerra de los Diez Años, en octubre de 1868, las autoridades coloniales en la jurisdicción de Holguín actuaron con saña implacable. La apacible y fiel villa de San Isidoro no podía convertirse en un dolor de cabeza.
No obstante, la toma de la ciudad y el sitio de La Periquera los convencieron de que la insurrección no era un juego de jóvenes aburridos, sino un movimiento fuerte y bien estructurado.
 
A partir de esos sucesos intentaron quebrantar la voluntad de los holguineros, mediante una sistemática operación de terror que no respetó a niños, mujeres y ancianos. Por el solo hecho de residir en lugares considerados como zonas de operaciones, eran pasados por las armas.
 
Calle Martires Henry Garcia 02El edificio de dos pisos al final era la cárcel de Holguín, hoy arena de boxeo Henry García cuya fachada sostiene el mural Orígenes, uno de los símbolos más representativos de la ciudad de los parques.

Entre el 12 de febrero de 1870 y el 20 de diciembre del propio año, fueron fusilados 34 patriotas holguineros capturados en combate o en la zona de operaciones. Eduardo Casas fue el primero de las víctimas. Cerró la lúgubre lista Antolín Varela.

Rápida era la ¿justicia? militar española en aquellos años. Entre la captura, el juicio de guerra y el fusilamiento, mediaban de tres a cuatro días. Durante ese breve tiempo permanecían fuertemente vigilados en la Real Cárcel de la ciudad, situada donde se encuentra hoy la arena de boxeo Henry García.

El portalón con rejas daba hacia la calle trasera que llevaba por nombre “Cárcel”. Temprano en la mañana del día señalado para la ejecución, los condenados y el pelotón encargado de su custodia y eliminación salían a pie de la cárcel calle arriba, hasta la Salida de San Andrés, en los lejanos suburbios de la ciudad, más allá del cuartel español, hoy sede provincial de la Central de Trabajadores de Cuba.
 
Calle Martires Jigue 03En esta calle convergen tiendas, restaurantes, centros de arte que son parte de la cotidianidad del holguinero. Fotos: Alexis del Toro

En una explanada donde se levanta hoy el preuniversitario Enrique José Varona eran asesinados los prisioneros. Además de los 34 holguineros fusilados, se sumaron a la triste lista otros tres patriotas: uno pasado por las armas en abril de 1871 y dos más en enero de 1872.

No se ejecutaron más personas durante la Guerra del ´68, ni en el breve lapso de la frustrada guerra Chiquita. Tampoco durante la Guerra del ‘95 o Necesaria, en la que hubo una masiva incorporación de holguineros.

Mas sería ingenuo pensar que se acabaron espontáneamente los fusilamientos. En realidad, cesó el teatro legalista. Los crímenes continuaron. Las víctimas caían bajo la metralla o al filo de los sables en los montes. Sus cuerpos masacrados se convertían en pasto para los animales.

En los años iniciales de la República Neocolonial, la calle “Cárcel” fue llamada “Mártires” por los sobrevivientes, en honor a las decenas de patriotas que no claudicaron de sus ideales independentistas y transitaron, por esa vía, el camino de la inmortalidad.

Fuente: Un año de sangre en Holguín. Por Pedro Ortiz Domínguez. Periódico ¡ahora!, 10 de septiembre de 1988.

Artículo relacionado:
 
Rosana Rivero Ricardo
Author: Rosana Rivero Ricardo
MÁS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
Rosana Rivero Ricardo. Periodista 25 horas al día. Amante de las lenguas... extranjeras, por supuesto. Escribo de todo, porque “la cultura no tiene momento fijo

Escribir un comentario

Comentarios  

# VENTURA CARBALLIDO PUPO 05-09-2019 20:07
Excelente propuesta con un profundo contenido histórico de la ciudad. Ya Rosana nos va acostumbrando a asomarno en facetas de la holguineridad, y despunta como una buena historidora, investigadora. Bueno debo decir que en la Calle Mártires, también existió la Escuela Superior, una instalación educaiva de gran impacto en la ciudad; creo hoy esta alli el Alba una instalcion de Cultra, pero antes del Alba en la etapa de niñez de la Revolucion teniamos el ''cuartel'' de la AJR; alli los directivos nos reunimos; pero alli tambien, los CDR, hacian la distribucion de las tarjetas para distribuir ropa y zapatos y otros productos en Asambleas Publica. Buen trabajo Rosana
Responder
# Guest 10-09-2019 21:53
Muy interesante, muy buen articulo.
Responder