“El mundo grita que el Bloqueo no”

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3007 Cuba bloqueo

Una y otra vez se escucha el tema; y muchos instisten en acentuar únicamente lo interno. Las secuelas de la burocracia, arraigos de pragmatismo, algunos aprovechados…han distorcionado el ángulo de visión de muchos fenómenos. El Bloqueo Económico, Comercial y Financiero de los Estados Unidos, para decirlo con todos sus apellidos, tal vez por estar hace tanto tiempo, logra que se disipe la conciencia en torno a él, pese a enfermar, doler, alargar distancias.

Pudiese catalogarse como un problema que genera otros; un martillo que apreciamos mejor solo cuando sentimos el golpe. Es entonces cuando la palabra, fuera de parecer un hipervínculo a informes ante Naciones Unidas o a un discurso político, se traduce en freno del interés personal. A estas alturas, cerca de seis décadas carcomiendo nuestra economía, sueños y posibilidades, ningún cubano queda excento de sus afectaciones.

Detrás del ómnibus que no pasa por nuestra ruta, por falta de neumáticos, baterías, y hasta motores, está el bloqueo; detrás de la obsolescencia de muchas máquinas de nuestras industrias debido a la carencia de recursos financieros para comprar piezas, está el bloqueo; detrás de la ausencia de cementos dentales, materiales restaurativos y aparatología fija en estomatología, está el bloqueo…

Detrás de las miles de toneladas de arroz dejadas de sembrar por falta de combustible; de las dificultades para acceder a la tecnología y equipamiento para la docencia e investigación científica en nuestras universidades; de la disminución de capacidad para importar implementos deportivos de marcas estadounidenses, muchos de ellos de uso obligatorio, según lo estipulado en los reglamentos oficiales de las Federaciones Internacionales; de la imposibilidad de exhibir obras cinematográficas cubanas en EE.UU; está el bloqueo.

Detrás del encarecimiento de la conectividad en el país, en el acceso a Internet y a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) por parte de los cubanos; de por qué el sector de la construcción enfrenta serias dificultades para acceder a tecnologías más eficientes, ligeras, con menores consumos de materiales básicos y componentes energéticos, está el bloqueo.

La falta de medicamentos en nuestras farmacias nos daña a todos. Diferentes compañías y empresas rompieron relaciones comerciales con la Empresa Importadora y Exportadora de Productos Médicos (MEDICUBA S.A.). Por ello se ha visto afectada, por ejemplo, la compra de la Progesterona 50 mg, utilizada en el Programa de Reproducción Asistida para evitar el parto prematuro o la amenaza de aborto; la adquisición de la Carbidopa-levodopa, que se emplea para tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como rigidez muscular, temblores, espasmos y mal control muscular; y muchos, muchos otros.

En medio de la actual pandemia, se nos ha privado, deliberadamente, de ventiladores pulmonares mecánicos, mascarillas, kits de diagnóstico, gafas protectoras, trajes, guantes, reactivos y otros insumos necesarios para el manejo de esta enfermedad; aún cuando la disponibilidad de estos recursos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para los pacientes portadores del virus, así como para el personal de la salud que los atiende.

Historias que lo ilustren pululan, incluso algunas han saltado el ámbito familiar y llegado a oídos de la comunidad internacional, como muestra de la dura realidad. Justo esta semana, una colega de otro medio publicaba la experiencia de su sobrina, quien sufrió Osteosarcoma, o sea, cáncer en los huesos, a los 14 años. Recibió quimioterapia, terapéutica, afectada también por el bloqueo, lo cual provocó, a veces, demoras en los tratamientos.

“Cortar por lo sano para salvarle la vida fue la decisión de los galenos y, seis meses más tarde, le amputaron la pierna izquierda y en su lugar usa una prótesis para cuya confección Cuba debe importar la totalidad de la materia prima, pero el férreo bloqueo pone zancadillas y obliga a adquirirla en otros países, en la mayoría de los casos de baja calidad, impidiendo un buen y cómodo resultado, como las recurrentes llagas en el muñón, por lo que ha tenido que cumplir tratamiento médico”, narraba. Ello sin contar la incidencia psicológica que trae aparejado.

Hasta para los cubanos residentes en el exterior, las regulaciones del bloqueo constituyen obstáculos cotidianos. Se les impide abrir cuentas bancarias, utilizar determinadas tarjetas de crédito o realizar transacciones con normalidad, solo por poseer la nacionalidad cubana.

Por las restricciones de los viajes de EE.UU. a Cuba, la donación realizada por la organización estadounidense Joni & Friends no pudo ser entregada a más de 400 miembros de la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM) radicados en nuestra provincia y Ciego de Ávila. Se nos niega la adquisición de prótesis auditivas con tecnología de punta, incluyendo las piezas de repuesto, dado que las mismas poseen algún componente estadounidense.

El bloqueo, según el último informe por resolución de la ONU, ha provocado perjuicios cuantificables por más de un billón 98 mil ocho millones de dólares. En todos los sectores se aprecia su incidencia. Y, aunque estamos concientes de las cuestiones que nos atañen en materia de soberanía, con una posición autocrítica ante las deficiencias, a nadie le quepa dudas, el bloqueo, tal como reza la campaña, también es un virus, e igual intenta asfixiarnos.


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