Seis décadas junto al pueblo
- Por Yanela Ruiz González
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Nació en un contexto de amenazas imperiales, aunque desde el embrión sabía que nada sería fácil. Duras y colosales batallas ha tenido que enfrentar el glorioso Ministerio del Interior para consagrase como baluarte de la seguridad del Estado, la tranquilidad ciudadana y el orden Interior del país.
A ellos, hombres y mujeres de esta institución armada, les agradecemos el constante desvelo en el cumplimiento de colosales tareas, muchas asumidas desde el anonimato, porque como dijera el Apóstol cubano, hay cosas que para lograrse han de andar ocultas.
Sobre sus combatientes el General de Ejército Raúl Castro Ruz afirmó: “Siempre estarán a la altura de quienes ofrendaron sus vidas desde esta trinchera de la Revolución y de los que hoy, con firmeza y consagración, libran nuevas y complejas batallas”.
Y es que se les ha visto desdoblarse en disímiles tareas ante los nuevos desafíos impuestos por la mortífera pandemia y la lucha que se libra en el plano ideológico contra la subversión y las campañas ciberespaciales, sin renunciar a mantenerse en la primera línea de combate en la defensa de cada conquista de la Revolución desde el compromiso y la entrega, y a las misiones de siempre, las que garantizan el orden y la seguridad de la nación.
Hijos, hermanos, padres, abuelos, tíos, porque son también parte de este pueblo, y como cualquier ser humano enfrentan los mismos apremios, los que muchas veces quedan a un lado para cumplir con su sagrado deber, el de cuidarnos y protegernos, incluso desde la corrección oportuna, pues siempre han defendido que para hacer valer la autoridad no hay que acudir a la violencia.
Con estructuras fortalecidas y un cúmulo de logros también en la labor preventiva y educativa, el Ministerio del Interior arriba este 6 de junio a 60 años de vida, hecho que en la provincia de Holguín motivó el reconocimiento y ascenso al grado inmediato superior de un grupo de combatientes destacados en las diferentes líneas de enfrentamiento y en la eterna batalla frente a un enemigo sin treguas.