Ronaldo Veitía, por siempre
- Por Calixto González Betancourt
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Cuando supe esta semana la infausta noticia de que la leyenda para el judo mundial, Ronaldo Veitía, ya no estaba físicamente, volvieron a mis recuerdos los encuentros, que orgullecen mi periodismo, con aquel maestro y excepcional entrenador, también regresan a la memoria tantas palabras llenas de agradecimientos y cariño de las estrellas del judo holguinero, dedicadas a quien consideraron como un padre.
En el 2003, cuando visité el “Cerro Pelado” en La Habana., Veitía ponderó a Holguín, como una tierra de grandes judocas. En ese momento entrenaba a Yalennis Castillo: “Esa moense llegará lejos”, profetizó. Cinco años después fue subcampeona olímpica…
De marzo de 2016, en ocasión del Campeonato Nacional de Judo en Holguín, data mi última conversación personal con el laureado preparador, ya entonces jubilado, pero no apartado del judo. Escribí: “Es difícil imaginarse los tatamis élites de las judocas cubanas sin la presencia augusta de Ronaldo Veitía… allí, atento, en su silla, conduciendo a las muchachas en sinnúmeros combates, con la pasión de un amoroso y exigente padre… sus múltiples gestos y rostros de tantas lecturas, a veces apacible, a veces enérgico… sereno o radiante, según reveses o triunfos, y aquellos abrazos ardorosos a sus “ hijas”, iluminados de felicidad, ante tantos desenlaces victoriosos, que situaron a Cuba en alto pedestal del judo mundial”.
Me emociono aún, al rememorar aquella imagen, cuando cargó en su vultuoso físico a la holguinera Legna Verdecia, en día memorable de Sidney-2000.
En el Ateneo Fernando de Dios, los ojos de Veitía se iluminaron al referirse a las estelares holguineras del judo femenino: “El aporte histórico de esta provincia es muy grande. Son pocos los territorios que pueden blasonar de tener más de un campeona olímpica y mundial. Mi primera reina, Odalys Revé; la más combativa, Legna Verdecia y la más valerosa, Yurisleidis Lupetey. ¡Ah!, recuerda que a Yalennis Castillo la despojaron del trono olímpico en Beijing-2008, a ella le quedaba camino por andar”…
El judo, el deporte cubano, tendrán por siempre como preciado tesoro el legado y la obra de Ronaldo Veitia.
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