"La tierra es la gran madre de la fortuna"
- Por Hilda Pupo Salazar
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Declarar la agricultura cubana como estratégica da la medida de cuán importante es para el desarrollo estratégico de la Nación.
La soberanía alimentaria solo es posible al utilizar nuestros propios recursos, para crecer y, con ello, lograr disminuir las importaciones y la mentalidad que lo prioriza.
Hace un tiempo hasta traíamos las ensaladas del extranjero. El pepino y el tomate en pomos era parte de las adquisiciones que llegaban. El suelo estaba subutilizado.
La práctica nos demuestra que, como dijo Martí, “la tierra es la gran madre de la fortuna”. Poseyéndola, ningún país puede darse el lujo de obviarla, sean cuales sean las circunstancias.
Raúl Castro Ruz al hablar de cuestiones importantes, para el futuro de Cuba dijo: “…es un tema de seguridad nacional producir los productos que se dan es este país y que nos gastamos cientos y miles millones de dólares- y no exagero- trayéndolos de otros lugares“.
La afirmación de Raúl “La tierra está ahí” es una certera convocatoria, que incluye el imperativo de hacerlas producir por el esfuerzo de los cubanos, con la conciencia del significado en la actual coyuntura, cuando la crisis alimentaria y los altos precios en el mercado no dejan otra alternativa si pretendiésemos hablar de desarrollo e incluso de supervivencia.
De más está expresar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, para la economía mundial. Cuba no tiene otra alternativa que sembrar en medio del peligroso virus y el bárbaro bloqueo yanqui.
Es como si la frase martiana “tierra, cuanta haya debe cultivarse: y con varios cultivos.- jamás con uno solo”, hubiera encontrado contesta en su planteamiento: “No podemos sentirnos tranquilos mientras exista una sola hectárea de tierra sin empleo útil, y alguien dispuesto hacerla producir esperando por respuesta”.
Más de una vez se elogió la capacidad de este pueblo para levantarse después de los golpes y, ese, constituye una adecuada respuesta para asumir el reto de la agricultura, porque lo hecho hasta ahora avala la disposición positiva ante cualquier mandato por muy difícil que sea.
Ya lo calificó Martí: “No hay corona como la de la entereza en la adversidad” y ese honor ya nos clasificó dentro de los fuertes.
Se pudo cuando un potente huracán echó al suelo toda la infraestructura, supimos levantarnos en la situación compleja, respondimos al llamado de recuperación, entonces, cómo no hacerlo ahora, en medio del coronavirus.
Debemos estar conscientes del papel decisivo de la producción de alimentos en nuestras tierras, para sustituir las costosas importaciones, como un equivalente a la continuidad de nuestro proceso.
Eso es pensar en la Patria, porque “la salud de quien ama la Patria, está en la Patria. La sirven, y se renace. La abandonan, y se muere…”
“No hay más Patria, cubanos, que aquella que se conquista con el propio esfuerzo” y si ayer, hijos como Calixto García Iñiguez se entregaron a ella para defenderla, cabe a los holguineros, hoy, ponerle contenido al ¡Si se puede! para seguir haciéndolo.
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